viernes, 31 de enero de 2014

¿Metro para Xalapa?

Ni desmesurado ni irrealizable, sino todo lo contrario. En efecto, lo que ayer dejaron entrever los alcaldes de Xalapa y Banderilla, con el liderazgo de Américo Zúñiga, como un posible proyecto metropolitano para la utilización de la vía férrea entre Banderilla y Pacho Viejo como una forma alternativa para la movilidad urbana entre tres municipios conurbados, es un proyecto largamente acariciado por autoridades y pobladores.

De norte a sur, de Banderilla a Pacho Viejo, cruza la vía férrea.
Si la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la empresa propietaria de la ruta del DF al sureste del país logran un paso alternativo del ferrocarril que no cruce por la ciudad, lo que les redituaría en una reducción en tiempo y distancia, el actual trazo de la vía férrea está ni mandado a hacer para convertirse en una forma alternativa de transporte urbano.

Y es que el proyecto de reconvertir el tramo de 19.5 kilómetros permitiría utilizar casi medio millón de metros cuadrados de derecho de vía para ayudar a resolver uno de los más graves problemas que aquejan a la ciudad, el transporte público, cada vez más ineficiente, contaminante y caro, que afecta a miles de habitantes de la zona metropolitana tanto en su bolsillo como en tiempo de traslado e, incluso, podría ser una alternativa al uso del automóvil que ha convertido a Xalapa en la zona más densamente poblada de automotores en todo el país, arriba incluso de la ciudad de México.

Y el proyecto no es nuevo, aunque es posible que el nuevo periodo de gobierno municipal de cuatro años permita hacerlo realidad; para ello, hace falta la conjunción del gobierno estatal, los ayuntamientos involucrados y la gestión adecuada de recursos del Fondo Metropolitano del gobierno federal.

Este jueves 30, los alcaldes de Xalapa y Banderilla, Américo Zúñiga Martínez y Esteban Acosta Lagunes, junto con funcionarios de transporte ferroviario de la SCT y de la empresa Kansas City Southern, hicieron un recorrido por este circuito, para analizar la viabilidad de un proyecto que beneficiaría a habitantes de Banderilla, Coatepec, Jilotepec, Xalapa y Rafael Lucio, y que demandaría obras de desfogue de automóviles en cruces importantes.

Según la información proporcionada por el ayuntamiento xalapeño, los puntos más significativos del trayecto, que tiene como inicio la antigua estación de Banderilla, son La Calera, el cruce de la avenida México en la colonia Revolución, el puente de la avenida 21 de marzo en el bulevar Xalapa-Banderilla, la antigua estación del tren en Xalapa, el cruce de la avenida Jardines de Xalapa, Plaza Cristal, los puentes de la avenida Lázaro Cárdenas, avenida Veinte de Noviembre (por Caxa), avenida Rébsamen y Murillo Vidal, y la entrada a la colonia Emiliano Zapata, para rematar en la estación de Pacho Viejo, en el municipio de Coatepec.

¿Se avanzará en el proyecto?

Por el momento es solo una idea, que no es nueva. Con anterioridad se ha pensado en esta interesante ruta ferroviaria como un circuito de transporte suburbano que, pese a la necesidad de invertir en infraestructura que permita el cruce de avenidas mediante puentes vehiculares, constituye una vía abierta.

Es cierto que se tendría que reubicar a familias que se encuentren dentro del derecho de vía, y que deberá incluir el diseño de una empresa (paraestatal o privada) que explote el medio de transporte, invierta en la reingeniería de los circuitos y en la adquisición de los trenes. Pero ofrece la ventaja de no afectar construcciones ya hechas, como ha ocurrido cuando se abren nuevas avenidas sobre áreas pobladas.

El 8 de octubre de 2009, el entonces alcalde xalapeño, hoy diputado local David Velasco Chedraui, acudió junto con sus colegas de Coatepec, Sergio Ramírez Cabañas, y de San Andrés Tlalnelhuayocan, Nicolás Fernández, a reunirse con los diputados federales Alma Carolina Viggiano Austria y Luis Videgaray Caso, presidentes en ese entonces de las comisiones de Desarrollo Metropolitano y de Presupuesto y Cuenta Pública del Congreso de la Unión, respectivamente, para presentar los proyectos de cinco obras.

Tales proyectos eran el rastro metropolitano, dos plantas de tratamiento de aguas residuales, el relleno sanitario común y el tren suburbano. En total, la inversión que gestionaban era de 450 millones de pesos. Si no me equivoco, las únicas obras para las que se obtuvieron recursos federales en aquel momento fueron las plantas de tratamiento.

Junto con los alcaldes, estuvieron presentes en la reunión los entonces diputados federales Ricardo Ahued Bardahuil y Silvio Lagos Galindo (miembro, por cierto de la comisión presidida por el actual secretario de Hacienda y Crédito Público).

¿Qué significaría cristalizar el proyecto?

De entrada, colocar en la historia de la entidad tanto al gobernador Javier Duarte de Ochoa como al alcalde Américo Zúñiga, por lograr la realización de una obra innovadora, convertir un paso riesgoso del ferrocarril en una solución importante al problema del transporte y la vialidad en la capital del estado, e incorporar a Veracruz entre los estados con sistemas de transporte urbano de avanzada.

Lo que no se pudo hacer en la conurbación Veracruz-Boca del Río cuando los alcaldes de ambos municipios eran del mismo partido que el que gobierna el estado, donde se proyectaba la implantación de un metrobús, se podría hacer en Xalapa.

La posibilidad de poner en marcha un sistema de transporte de tramos largos, junto con un reordenamiento de las rutas de autobuses, permitiría contener la creciente contaminación ambiental, una mejor vialidad y la posibilidad de bajar los gastos a miles de trabajadores que deben perder gran parte de sus salarios en un pésimo servicio de autobuses.


Ojalá que avance el proyecto.

Crece la inconformidad social en Veracruz

Una nueva oleada de movilizaciones populares, distintas o adicionales a las protagonizadas por el magisterio que se opone a la reforma educativa, está viviendo Veracruz. Por diferentes rumbos de la entidad, el hartazgo de las comunidades encuentra en el bloqueo de vías de comunicación la única forma de que sus demandas sean escuchadas y atendidas.

Lo mismo para impedir la construcción de presas que para detener la voracidad de transportistas que monopolizan el servicio público en regiones depauperadas o para exigir que sean reconstruidas sus vías carreteras, grupos de campesinos y colonos están tomando caminos alternativos para romper una especie de sordera institucional que confía en el desgaste social para resolver conflictos que afectan a terceros.

No es una reacción privativa de la entidad. Eso mismo, y a veces con manifestaciones más complejas como en el caso de los grupos de autodefensa en Michoacán (pero también en otras entidades), están multiplicándose por diversos rumbos de nuestra geografía, lo que está poniendo en entredicho un modelo de imposición que ya no puede continuar.

El regreso del PRI al poder federal, junto con la continuidad del mismo partido en Veracruz, se enfrenta ahora a una población que ya no es tan fácilmente mediatizada o engañada.

Ese uso frecuente de medidas verticales e impositivas, aplicadas sin mediar consulta, convencimiento, negociación o medidas atenuantes está avivando el malestar social.

No le pisen la cola al tigre

Los ejemplos más cercanos de protesta son las tomas de carreteras por parte de amplios sectores sociales en la región de Jalcomulco y Apazapan, que se oponen a que el río de los Pescados sea vertiginosamente degradado por la construcción de presas que romperían de tajo la actividad turística de la que han sobrevivido.

 Durante días, campesinos, pescadores, prestadores de servicios turísticos, comerciantes y ecologistas pusieron en grave predicamento no solo a los noveles negociadores del gobierno estatal, sino (hay que reconocerlo) a miles de habitantes que vieron rotas sus actividades cotidianas con el bloqueo de sus vías de comunicación.

¿Quién los mueve?, no es la pregunta correcta, porque la respuesta no tiene que ver con el sentido profundo de la movilización. La pregunta que debe estar en la mesa de los negociadores es qué los mueve y cómo se debe responder para resolver las justas preocupaciones de la población.

Otro ejemplo más es el bloqueo que, por días, mantuvo colapsada la comunicación entre Coatepec y Xico, Teocelo y decenas de comunidades que no pudieron contar con posibilidad de comunicarse vía terrestre debido a que fue cerrado por un tiempo que ayer concluyó con un acuerdo cuyo trasfondo debió prevenirse: el aumento desmedido de los costos del pasaje por parte de las empresas transportistas.

Apenas les suben el precio de combustibles e insumos, además de aplicar impuestos por una secretaría de Hacienda y Crédito Público de una voracidad sin límites, y los empresarios quieren trasladar el costo a los usuarios.


Extraña el hecho de que haya sido el secretario de Infraestructura y Obra Pública (SIOP), Gerardo Buganza, quien lograra reunir a los dos factores en conflicto para desactivar el grave problema que tenía en aprietos la economía de miles de familia de la región, al colapsar todo tipo de actividades. Ello se explicaría por el hecho de que otro motivo del malestar es la lentitud exasperante con que esa secretaría rehabilita la carretera Xico-Teocelo.

Otro punto que está con la temperatura al máximo es el de la protesta de los pensionados del IPE, cuyos pagos les llegan a cuentagotas.

Pero las movilizaciones se están dando, y cada vez con mayores afectaciones a terceros, en varios puntos de la entidad.
           
¿Y el movimiento magisterial?

Aunque parece haberse cerrado el expediente magisterial en la mente de quienes han sufrido las consecuencias de sus movilizaciones, lo cierto es que no se debe cantar victoria.

Usado por algunos funcionarios con mucha imaginación, como se ha señalado al titular de la SEV, Adolfo Mota Hernández, para derrocar el cacicazgo Callejas, lo cierto es que hay visos de que puede reemprender sus acciones. Y una llamada de atención es la reunión que realizará la CNTE-Veracruz en Xalapa el día de la Candelaria.


Créame: la reunión de este domingo 2 de febrero no será para que quienes sacaron el muñequito de día de Reyes paguen con tamales su mala suerte.

Jóvenes e inexpertos nos gobiernan

Érick Lagos Hernández
Mucho daño le está haciendo a los veracruzanos la permanencia en la estructura gubernamental de funcionarios inexpertos e inoperantes, cuya única distinción es no rebasar los 40 años.

Con ellos, el grupo dominante en el PRI ha buscado renovar a la clase política de Veracruz, obligar a pasar la estafeta generacional y lograr un proyecto transexenal iniciado en el gobierno de Fidel Herrera Beltrán. Sin embargo, los elegidos siguen sin cuajar en habilidad política, capacidad de negociación y experiencia administrativa.

Preocupados por el ruido electoral y sus ambiciones de permanencia en el poder, muchos de los jóvenes políticos habilitados prematuramente en cargos de alto voltaje, han descuidado la función pública y, lo peor, han mostrado su escasa preparación académica, su nulo bagaje en materia administrativa y política, y un insaciable deseo de reconocimiento para mayores empresas que no se sustenta en su desempeño real.

Hay que reconocer de entrada que la juventud no está reñida con las oportunidades. También, que era necesaria una renovación de los cuadros para desplazar a quienes ya eran fichas reiteradas en el ajedrez político de Veracruz, dadas sus consabidas mañas, compromisos y cansancio para la innovación.

Sin embargo, se nos han entregado piezas sin terminar, jóvenes que no fatigaron las aulas universitarias más allá de una licenciatura (no sabemos si con buenas calificaciones), audaces en el terreno político pero sin antecedentes en el manejo de la administración pública. Con los años, deberían haber aprendido su trabajo, pero se han perdido en las grillas palaciegas.

Y eso le está haciendo mucho daño en un estado que, potencialmente rico y diverso, ha debido soportar la improvisación, el desdén, el olvido y la manipulación.

¿Cómo lograr el cambio generacional sin afectar?

El exgobernador Rafael Hernández Ochoa supo apreciar la enjundia y fortaleza de los jóvenes políticos y apoyó a mucho para que tuvieran oportunidades políticas y académicas. A nivel nacional, quien lo hizo fue el expresidente Luis Echeverría Álvarez, quien impulsó las carreras políticas y académicas de dos políticos en activo, Fidel Herrera Beltrán y Beatriz Paredes Rangel, que lo embelesaron con su buena oratoria.

Pero lo cierto es que la mejor manera que hallaron para sus benjamines fue otorgarles puestos medianos para que se foguearan y se incorporaran a los grupos políticos existentes o crearan los propios y, sobre todo, les otorgaron becas para que siguieran estudiando posgrados en universidades importantes del país y el extranjero para que, a su retorno, fueran más útiles a sus comunidades.

Desgraciadamente, muchos de los jóvenes incorporados al actual gobierno estatal han tenido meteóricas carreras y, sin foguearse ni aprender a gobernar paulatinamente, de pronto se hallaron con que ya eran secretarios de despacho, como Erick Porres Blesa, de 37 años, secretario de Desarrollo Económico y Portuario; Adolfo Mota Hernández, de 38 años, secretario de Educación; Erick Lagos Hernández, de 39 años, secretario de Gobernación, y Harry Grappa Guzmán, de 41, secretario de Turismo y Cultura.

Otros, más maduros, tampoco tuvieron formación ni acumularon experiencia en la materia que hoy tienen a su cargo, y así nos va a los veracruzanos.

Urgen cambios en el gabinete

Érick Porres Blesa
En la segunda etapa de su gestión, el gobernador Javier Duarte de Ochoa debería analizar la posibilidad de fortalecer los cuadros que tiene en las diferentes dependencias, para lograr un salto cualitativo que le permita ostentar en el ámbito nacional logros en áreas sensibles, además de las que ha logrado en la atracción de inversión extranjera, recuperación de la seguridad pública y lucha contra la pobreza.

El caso más difícil es el de Arturo Bermúdez Zurita, de 47 años, secretario de Seguridad Pública, quien ha creado un verdadero ejército poderoso de policías estatales a los que, en varias ocasiones, no ha logrado contener y han generado despachos informativos y artículos de opinión en medios nacionales e internacionales que ponen en entredicho no solo al gobierno estatal sino a los veracruzanos.

En su currículum, Bermúdez Zurita no ostenta estudios relacionados con seguridad pública más allá de cursos como instructor de manejo evasivo y de tiro, en Estados Unidos, y un taller de negociación de secuestros y manejo de crisis. En experiencia dentro del área, apenas  dos años como coordinador del Centro Estatal de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4) y menos de un año como subsecretario de Seguridad Pública de Veracruz.

Es cierto que Erick Porres Blesa, expanista y afiliado a escuelas confesionales, le ha servido en una dependencia que no ha tenido mucha importancia pese a lo necesario en términos del desarrollo de la entidad. Los conflictos con los grupos empresariales de la entidad por la falta de promoción se han dado principalmente en el sector turístico, que corresponde lidiar a Harry Grappa Guzmán, un funcionario improvisado cuya única experiencia en el sector turístico, luego de ser secretario particular del Gobernador, fue la de subsecretario de Promoción y Servicios Turísticos de la Secturc durante poco más de un año.

En el caso de la SEV la cosa es dramática. Ya comentamos la ineficiencia del secretario Adolfo Mota, quien tendría un verdadero premio si sale con honores rumbo a la contienda por la diputación federal de Coatepec en 2015.
Harry Grappa


A su inoperancia en una de las secretarías que históricamente han otorgado blasones a Veracruz, se suma su fallida intentona de derrocar al actual diputado y líder cameral Juan Nicolás Callejas y Arroyo, líder ‘moral’ del magisterio federal, y a su hijo Juan Nicolás Callejas Roldán, secretario general de la sección 32 del SNTE, utilizando a cierto sector incrustado en el movimiento magisterial contra la reforma educativa. Todos dicen que estuvo a punto de lograrlo, pero no obtuvo el triunfo, por lo que está en el ojo del viejo lobo convertido en pastor de la bancada priista en el Congreso local.

Adolfo Mota, en el limbo

No habría sido necesario el trago amargo del movimiento magisterial para darnos cuenta de la inoperancia del secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández.

Su proverbial falta de oficio ya era motivo de comentarios en los pasillos de la dependencia desde que tomó posesión del cargo, opinión que habría de profundizarse con el tiempo y, sobre todo, durante las jornadas de protesta magisterial, en que todos operaron para resolverlo menos el devaluado jovenzuelo a quien los profesores lo tienen en la mira por preocuparse más por colocar en la nómina a sus parientes.

Nunca como en su gestión, el poder del SNTE se ha mostrado tan plenamente en la conducción de la educación pública de Veracruz, al controlar las áreas nodales en una dependencia que cuenta con el mayor presupuesto entre todas las secretarías estatales.

A los 34 años, luego de haber sido diputado local, diputado federal y dirigente del PRI veracruzano, Mota Hernández arribó a la SEV con apenas la experiencia de haber sido subsecretario de Desarrollo Educativo y Cultural, durante la gestión de Víctor Arredondo, aunque el puesto lo usó exclusivamente para promover su candidatura a la diputación federal por su natal Coatepec, lo que quiere decir que no aprendió ni la tabla del dos.

Figura malamente decorativa, todos apuestan a que le peleará a la secretaria de Protección Civil, Nohemí Guzmán Lagunes, la diputación federal por Coatepec, porque su paso por la SEV no ha sido gris, sino lo que sigue.

Carente de capacidad en el tema que gobierna, no supo prevenir el conflicto magisterial, que le explotó en las manos y mantuvo durante meses en graves problemas a la población de la entidad y a su gobierno, y tuvieron que intervenir otros actores políticos para someterlo.

Durante su comparecencia ante la Legislatura local, en ocasión de la glosa del tercer informe del gobernador Javier Duarte de Ochoa, en noviembre pasado, debió postergarse por horas su asistencia para lograr antes la desmovilización de los maestros que protestaban contra la reforma educativa, y su intervención fue señalada de extremadamente gris.

¿Qué le depara el futuro al bisoño secretario?

¿Regresará a lo que sí sabe hacer?

Adolfo Mota Hernández ha sobresalido por su carrera de militante priista. Antes de su infausta incursión en la administración pública, su currículo muestra solo puestos partidistas (dirigente estatal del Frente Juvenil Revolucionario, secretario general y presidente del CDE del PRI), además de la diputación local y la diputación federal.

Aunque con licenciaturas en Economía y Derecho Fiscal, Mota Hernández estaba más interesado en la grilla política y en sus beneficios. De hecho, pese a la oposición del entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán, fue candidato y, con apoyos extra del partido, logró vencer a un casi invencible panismo que le había puesto el pie en la cabeza al priismo veracruzano en el noveno distrito.

No hubo día de su trabajo como subsecretario en Desarrollo Educativo y Cultural, uno de los puestos más inservibles en la SEV, que no usara para visitar las escuelas de los municipios que conforman ese distrito electoral federal para reunirse con los padres de familia, llevarles mobiliario, endulzarles el oído con su buena oratoria.

Ese trabajo constante, el apoyo desde la propia secretaría de Educación y, según las malas lenguas, el de su tío Jacinto Mota, el Chinto, originario de Plan de las Hayas y amigo de El Señor de los Cielos, le permitieron hacerse con la diputación federal, en cuyo cargo no hizo otra cosa más importante que lograr una amistad fuerte con el actual líder del Senado, Emilio Gamboa Patrón.

Como anécdota, una de sus pocas iniciativas, desechada por cierto y hoy retomada en el texto de la reforma político-electoral, fue que se reformaran los artículos 59 y 116 de la Constitución para permitir que los senadores pudieran ser reelectos por un periodo inmediato más y los diputados hasta por tres periodos consecutivos.

De manera que el trabajo de Adolfito debiera tener como vertiente la política a pie de piso, el trabajo electoral, la promoción partidista, que no ha dejado de hacer, y desocupar la oficina principal de la SEV a alguien que logre darle continuidad y lustre a la educación en Veracruz.

Y es que vienen momentos tan importantes como difíciles, como la implantación de la reforma educativa, en que se hace necesaria la presencia de un personaje que tenga no solo experiencia administrativa y de mando (que no la tiene Mota), sino además suficientes argumentos para negociar con tirios y troyanos.


Lo necesita el gobernador Javier Duarte de Ochoa y lo necesita el pueblo de Veracruz.

lunes, 20 de enero de 2014

Martínez de la Torre, el duro contraste

Rolando Olivares Ahumada
Cuando Rolando Olivares Ahumada ganó la partida a Cenobio de la Torre en julio del año pasado, con más del doble de la votación lograda por el candidato panista, pocos se imaginaron que en solo 15 días de gobierno municipal borraría del mapa al panismo familiar que había logrado enquistarse en el poder por casi nueve años.

Ha sido tan duro el contraste logrado, que el descontento popular que había generado el dos veces alcalde José de la Torre Sánchez (y, por extensión, toda su familia) ha encontrado razones de sobra para profundizarse.

Empresario agroindustrial, con un profundo dominio en materia de exportación de cítricos, Olivares Ahumada ha impreso a su gestión, incluso desde antes de tomar posesión, una intensidad y efectividad tales que su paso por el panismo como candidato a diputado federal en 2012, cuando perdió por la labor en contra de Pepe de la Torre, ha sido borrado por completo.

Pero el contraste que ha logrado en menos de 20 días no solo ha logrado marcar contraste con su antecesor. También pone en entredicho a decenas de ediles de la entidad que se han concentrado en la conformación de sus equipos y en el análisis de sus menguadas haciendas.

Y no es que en Martínez la anterior administración haya dejado una caja repleta de billetes al alcalde priista para que se luciera. Por el contrario, incluso los recursos materiales indispensables para la prestación de servicios como limpia pública, seguridad, agua y saneamiento mostraron el abuso y una desaseada administración guiada por los intereses particulares del exalcalde panista.

Lo que pasa es que, mientras los demás alcaldes vacacionaban para llegar frescos a sus puestos, Olivares adelantaba gestiones, organizaba e instruía a quienes serían parte de su equipo de gobierno, establecía estrategias con base en una consulta pública y, seguramente, concitaba la participación de los grupos empresariales para que apoyaran a sacar a una ciudad hundida en el marasmo.

Una ciudad insegura y peligrosa

Si le preguntáramos a cualquier martinense (taxista, transportista, comerciante, industrial, ama de casa, jornalero o empleado) por su máxima preocupación, seguramente contestaría que la inseguridad.

Hasta diciembre pasado, no había día en que no ocurriera un asalto callejero, incluso a la luz del día y en calles céntricas; el robo en propiedad pertrechado por bandas que actuaban repetidamente y con el mismo modus operandi (como los violentos asaltantes a bordo de motocicleta), el secuestro y el asesinato.

Todos tienen historias que contar, sea en propio perjuicio o en el de vecinos, familiares y amigos.

Pese a la presencia de la Marina, que estaba atenta a atajar a la delincuencia organizada, en materia del orden común la policía municipal se convirtió en una agencia privada de protección de los negocios del alcalde (quien antes de partir inauguró su tercer supermercado), según documentó el servicio informativo de MS Radio. Al frente de la corporación puso a una mujer sin preparación en el tema que había hecho labores administrativas y que, lejos de prevenir los delitos, prácticamente se dedicó a atracar a jóvenes, borrachos y periodistas.

En el parque de maquinaria, Rolando Olivares pudo ver al segundo día de su mandato cómo habían sido arrumbados vehículos policiacos que días antes prestaban servicio, pero que se mostraban sin llantas o sin motor.

Por eso, las primeras acciones del nuevo alcalde han sido recuperar el alumbrado público en calles de colonias y en las principales avenidas, incluso en el puente que comunica con Independencia, implantar operativos para retirar vehículos descompuestos y abandonados en las vías públicas que funcionaban como parapetos de delincuentes, aplicar operativos para evitar el tránsito de automovilistas con altos grados etílicos y componer los semáforos.

Si la policía preventiva cumple su función como están obligados, si las nuevas cámaras de vigilancia no se usan para cuidar los negocios personales como hizo Pepe de la Torre, si al frente de la corporación manda un policía experto, el nuevo alcalde podrá recuperar la confianza ciudadana.

Productores rurales, olvidados

Para nadie es un secreto que, durante su gestión, Pepe de la Torre confrontó duramente al gobierno estatal y trató siempre de echarle encima a los pobladores urbanos y rurales, pero lo que más se recuerda fue su cruzada contra la Secom por el incumplimiento en la reparación de vías carreteras y caminos interparcelarios.
José y Cenobio de la Torre

Su cruzada, sin embargo, no tuvo como propósito liderar una auténtica demanda sino sacar provecho electoral en su lucha casi personal contra el gobierno y su partido, el PRI.

Rolando Olivares sabe perfectamente la importancia de la producción agropecuaria, principalmente de la citricultura. Por ello, desde antes de entrar al ayuntamiento abogó por que llegaran los recursos derivados del Fonden para paliar las pérdidas de los agricultores debido a los fenómenos meteorológicos.

Pero, además, con recursos municipales de inmediato puso en marcha un programa para mejorar las arterias que hacen circular una producción agropecuaria que ha significado para Martínez de la Torre fama nacional e internacional.

Una imagen distinta para la ciudad

No solo se ha preocupado por un mejor alumbrado público para darle vida a una ciudad cuyo entorno urbano parecía a punto de desfallecer, con la consiguiente baja autoestima de sus habitantes.

Pepe de la Torre prácticamente no hizo nada por mejorar calles y avenidas, salvo algunos tramos que construyó de concreto hidráulico, aunque para llegar a ellos se debía conducir como en un camino de terracería y, tras un minuto de gloria, regresar al infierno de los baches profundos.

Por ello, desde antes de entrar a gobernar, Rolando Olivares Ahumada logró el compromiso federal para brindar recursos para la remodelación del bulevar Luis Donaldo Colosio, entrada a la ciudad por el lado de la sierra.

Además, cumpliendo con su promesa de incorporar a Independencia a los beneficios de la ciudad, ha ordenado remodelar las calles y avenidas, limpiar las jardineras, recuperar parques y jardines y atender las necesidades de sus sectores más depauperados, a través del trabajo de la presidenta del DIF municipal, quien a diferencia de su antecesora no usa esos recursos para generar adhesiones políticas que le puedan ser útiles en próximos empeños electorales.

Sería largo enumerar tantas acciones que ha emprendido el nuevo ayuntamiento de Martínez de la Torre. Lo cierto es que la población ya muestra otra cara, hay esperanza y pronto veremos los efectos entre los martinenses que estarán dispuestos a participar.


Solo esperamos que esta intensa actividad gubernamental no se convierta en flor de 15 días.

Juanelo, de capa caída en Coatepec

HORA LIBRE
Álvaro Belin Andrade

Juanelo, de capa caída en Coatepec

Famoso por su sobrenombre de Juanelo, el actual alcalde de Coatepec, Roberto Pérez Moreno, ha comenzado su gestión con quejumbres y medidas desesperadas.

Ya se había hecho famoso cuando, luego de ganar la elección para ser alcalde de su pueblo, regresó como diputado local, puesto al que había solicitado licencia, como si hubiera perdido los comicios, y estuvo a punto de ver revocada su constancia de mayoría de no ser porque el Tribunal Electoral del Estado de Veracruz (TEEV) lo salvó con el argumento de que no había renunciado al cargo de presidente municipal, porque no lo había asumido.

Cuando vio la que se le venía, el mismo 16 de julio en que, orondo, se presentó en el Congreso local para seguir cobrando sus dietas, decidió separarse definitivamente del cargo de diputado. Los panistas se le fueron encima, y es que había sido el causante de la derrota blanquiazul en un ayuntamiento en que por años habían dejado su impronta.

Pero Juanelo muy pronto mostró su modorra.

Su principal discurso ha sido en torno a la enorme deuda heredada de la anterior comuna panista por un monto superior a los 37 millones de pesos, una abultada nómina y un problema de recolección de basura sin resolver.

Como si estuviera amarrándose el dedo (emulando a su vecino Américo Zúñiga, alcalde de Xalapa), Pérez Moreno ha mandado el mensaje de que poco podrá hacer porque la deuda pública le impide, al menos en los primeros meses antes de recibir los montos recaudados por impuesto predial y los provenientes de la bursatilización, mejorar cualquier aspecto de la gestión municipal.

Y así se ha comportado.

Durante los primeros 15 días de su administración, el popular Juanelo solo ha participado en actos cívicos, ha declarado que tiene muchos adeudos con proveedores y que al municipio los asfixian los empréstitos contratados y una nómina heredada que significa una sangría cercana a los 200 mil pesos mensuales.

La ciudad, mientras tanto, muestra los estragos del tiempo. Muchas calles céntricas de este Pueblo Mágico se encuentran destruidas, con baches profundos y descargas de agua. No hace falta emprender obras espectaculares como aplicar concreto hidráulico, sino disponer de grava y chapopote para rellenar los hoyancos.

Pero don Juanelo anda muy deprimido por la falta de recursos.


Duro contra los jóvenes

Eso podría explicar que, junto con el director de Seguridad Pública municipal, haya decidido criminalizar a los menores de edad y prever la aplicación de una especie de toque de queda contra todos aquellos que, no contando con credencial del IFE (es decir, sin mayoría de edad), deambulen por las calles coatepecanas a deshoras de la noche.

La peculiar medida está por aplicarse ante la incapacidad de los cuerpos policiacos de combatir los diversos casos de asaltos en las calles que, según las víctimas, son protagonizadas por jóvenes delincuentes.

El jefe policíaco Juan Carlos Novoa ha explicado que los jóvenes serían detenidos e interrogados por elementos policíacos con el objetivo de llevarlos a sus domicilios y entregarlos a sus padres, para inhibir los niveles delictivos.

Y el alcalde parece complacido con tan genial ocurrencia.

Cuando ser joven empieza a ser sinónimo de delincuente, las cosas andan muy mal, y ya tendremos que exigir a la Comisión Estatal de Derechos Humanos que envíe a sus visitadores para que acompañen a los jenízaros en su peculiar cruzada “contra el hampa infantil”.

Se violarán los derechos humanos

La propia Constitución, en el párrafo quinto del artículo primero, establece que “queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.

Lo que pretende la policía municipal de Coatepec viola estas garantías al discriminar por la edad. Pero otras garantías también serán afectadas por esta medida avalada por el plácido Juanelo.

El artículo 14 de la Carta Magna establece que “nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho”.

Por ello, el que se quiera detener e interrogar a los jóvenes por el simple hecho de transitar por las calles a horas consideradas como inapropiadas, constituirá una flagrante violación a los derechos humanos.

El didáctico jefe policíaco señaló que, con ello, además, se pretende hacer un llamado de atención a los padres de familia “porque los menores de edad no deben andar deambulando  en las calles durante la madrugada”. Menudo argumento.

Por supuesto, el poderoso educador se ha tentado el corazón con los prestadores de servicios turísticos, porque anunció que habrá una excepción los fines de semana por fiestas y las actividades en las que participan los jóvenes. Eso sí, entre semana, el operativo se aplicará.

¿Qué lo ha llevado a tal decisión? Pues señala que, recientemente, dos jóvenes de 17 años “fueron localizados caminando y durante la revisión se dijeron originarios de Michoacán y cargaban armas punzocortantes”.

Y, claro, si encuentran a unos ancianos con pistola deambulando por las calles en horas avanzadas de la noche, entonces se aplicará la medida de detener a todas las personas de la tercera edad, se les detendrán y se les preguntará qué hacen, además de pasarlos por la báscula.


Así las cosas en el paraíso de Juanelo.

Elizabeth, la sexta pasajera

La incorporación de Elizabeth Morales García al primer círculo político veracruzano, con su próxima elección (ya anunciada) como dirigente estatal del PRI, ha sobrecalentado la caldera política y, de súbito, se ha puesto en línea de ataque para suceder al gobernador Javier Duarte de Ochoa en 2016.

Pero además en una posición de gran privilegio.

En efecto, ante las dificultades evidentes de prospectos como el titular de la Sedesol estatal, Alberto Silva Ramos; el secretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández, y el secretario particular del gobernador, Jorge Carvallo Delfín, para levantar su imagen y ganarle la partida a los senadores Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla, pareciera que se ha prendido otra veladora en la persona de la exalcaldesa de Xalapa.

Y tendrá el mejor escaparate y la sartén por el mango como presidenta del comité estatal priista, para recorrer a placer el territorio veracruzano, dialogar con los grupos de poder, los sectores y organizaciones partidistas, renovar la estructura territorial y establecer alianzas abiertas o soterradas.

Todo ello, mientras los otros contendientes se entretienen en sus labores gubernamentales, unos, y legislativas, los otros.

Llama la atención su designación (aunque todo aparentará una elección hecha y derecha), cuando se sabe de su histórica alianza con el senador Héctor Yunes Landa, si bien en estas lides no existen fidelidades eternas y menos cuando se trata de aspirar a lo mismo.

Es cierto que la comunicadora ha tenido su principal bastión en la capital del estado, de donde surgió como diputada federal y recientemente como presidenta municipal. Pero las oportunidades se pintan solas.

Elizabeth Morales García estará al frente del PRI en una etapa relativamente tranquila en materia electoral. Salvo la elección de diputados federales en 2015, para la que muchos le señalan un camino que ya recorrió, pues fue diputada federal de la LX Legislatura del Congreso de la Unión (2006-2009), la exedil xalapeña podrá trabajar en su favor durante más de un año.

Mujer de armas tomar

Y eso tiene inquietos no solo a los aspirantes locales a la gubernatura en 2016. También a la clase política priista en general, la mayoría de cuyos integrantes ya hace equipo, sea con los locales o con los actuales senadores de la República.

Con una carrera política meteórica, esta mujer no es de las que tienen las manos atadas.

Fue impuesta por el exgobernador Fidel Herrera Beltrán en 2010 como candidata priista a la alcaldía xalapeña, cuando todos los indicios daban por hecho que sería Américo Zúñiga Martínez.

Elizabeth no se venció, se mantuvo mediáticamente como aspirante e invocó a padrinos y madrinas, como la reciente candidata al gobierno del Distrito Federal y exgobernadora de Tlaxcala, Beatriz Paredes, aunque ya prácticamente estaba a punto de ser registrado el hijo del profesor y licenciado Guillermo Héctor Zúñiga Martínez. Como quien dice, le dio para atrás cuando el ahora alcalde xalapeño estaba por registrarse, para mandarlo como candidato a diputado local.

Aunque tiene un mal antecedente como alcaldesa xalapeña, donde convirtió a la capital veracruzana en un verdadero caos urbano, lo cierto es que su paso por el palacio municipal fue muy bien aprovechado por esta sagaz política, porque destinó casi todo el presupuesto del ayuntamiento a fortalecer sus minas de votos en las colonias populares de la ciudad.

Cuando le criticaban por tener a la ciudad en graves aprietos por falta de obras y pésimos servicios públicos, ella respondía que decenas de kilómetros de calles se estaban construyendo donde no se veían, es decir, en colonias remotas.

Resistió los embates de la prensa y de sus enemigos políticos sin dejar de lado su proverbial alegría por la vida, y tan pronto ha salido del puesto edilicio se ha encontrado con una oportunidad que no dejará escapar por nada del mundo.

Y es que esa oportunidad le viene, además, por el apoyo no solo de Beatriz Paredes, ahora embajadora de México en Brasil, sino también del magnate de los medios y del deporte organizado, Mario Vázquez Raña.

Dos pájaros de cuenta

Y es que la caballada local ha estado perdiendo peso por falta de pastura. El principal postulante, Salvador Manzur Díaz, ha quedado en la orilla, golpeado inmisericordemente por el fuete panista y el desdén del gobierno federal, al que puso en riesgo de ver morir a su principal vástago, el Pacto por México, con el videoescándalo promovido por Miguel Ángel Yunes Linares.

Y ha sido el propio  Manzur Díaz el primero en apoyar la postulación de Elizabeth, de quien dijo que cuenta con todas las cartas credenciales. Lo mismo dijo otro boqueño, Raúl Zarrabal Ferat, vicecoordinador de la bancada priista en el Congreso local. Si los priistas tuvieran que valorar estos dichos por quienes provienen, en graves dificultades estaría Elizabeth, habida cuenta de que ambos boqueños tienen largas colas que les pisen.

Por su parte, el más aventajado en términos de capacidad de movimiento, es el titular de Sedesol, Alberto Silva Ramos, quien por desgracia tiene tras de sí una administración desastrosa en el ayuntamiento de Tuxpan, al que dejó endeudado hasta las cachas. Otro punto negativo son sus publicitados nexos cercanos con Francisco ‘Pancho’ Colorado Cessa, sentenciado en Estados Unidos a 20 años de prisión por lavado de dinero.

Ya hablaremos de Erick Lagos y Jorge Carvallo.

¿Cisne o chivo en cristalería?

Aunque se comporta como el señalado por el dedo de Dios y pregona sus cualidades rumbo a la selección del candidato priista a sustituir a Javier Duarte de Ochoa en 2016, el actual secretario estatal de Desarrollo Social, Alberto Silva Ramos, alias El Cisne, no podrá sepultar en el olvido el tremendo endeudamiento que enfrenta el ayuntamiento de Tuxpan.

Salvado por la campana, Silva Ramos pidió licencia como alcalde antes de concluir su periodo y se refugió en la Sedesol estatal, donde tiene manga ancha para recorrer el estado repartiendo dádivas y obras de remedio a la pobreza, sin que sufra señalamiento alguno por incumplimiento de programas.            

Pero los tuxpeños lo recuerdan con una mezcla de molestia y estupefacción.

De molestia, porque prácticamente hipotecó las finanzas municipales por décadas, y estupefactos porque, pese a la discrecionalidad en el manejo de los recursos públicos, no fue tocado siquiera por la sospecha en el análisis de la cuenta pública de 2012 hecha por el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), que en cambio involucra a 38 municipios.

Y es que, además de la enorme deuda que afecta participaciones federales, e incluye bursatilización y empréstitos con la banca de desarrollo y privada, el ayuntamiento tuxpeño enfrenta una deuda que frisa los 80 millones de pesos con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo que le ha valido la amenaza de embargo de bienes municipales, además de dejar desprotegidos a los trabajadores municipales.

Constructores y proveedores diversos están al borde de la quiebra por la falta de pago; incluso, los medios de comunicación en que ordenó publicar un impresionante despliegue de mensajes promocionales han debido quedar con las facturas pendientes por sumas millonarias.

Si así quiere gobernar a Veracruz, un enorme daño debemos esperar en su hipotética gestión.

Una deuda galopante

El creciente endeudamiento contratado por Alberto Silva Ramos en los dos años y siete meses en que estuvo en el ayuntamiento de Tuxpan llamó la atención incluso de la empresa calificadora Fitch Ratings.

En octubre de 2012, la empresa asignó a ese ayuntamiento la calificación crediticia “BB(mex)”, que equivale a un grado especulativo, al enfrentar una deuda cercana a los 500 millones de pesos. Simplemente, gastó más de lo que recibía por participaciones federales y recaudación propia.

Dicha suma estaba constituida, según el análisis de la calificadora, por un pasivo no bancario por 252.8 millones de pesos, deudas por financiamiento por 172.4 millones, más la deuda que ya sostenía con el IMSS, calculada hace 15 meses en 50 millones.

El economista Hilario Barcelata Chávez, en un análisis sobre la deuda pública de los municipios veracruzanos, publicado por el portal Al Calor Político en 2012, señalaba que de los 2 mil 840.8 millones de pesos que adeudaban los 212 municipios de la entidad, el 52 por ciento se concentraba en 18 ayuntamientos.

Tuxpan ocupaba el tercer lugar, debajo de Coatzacoalcos y Veracruz, al concentrar el 4.8 por ciento, con 135.8 millones de pesos, superando incluso la deuda de Xalapa. Y añadía que dicha deuda representaba el 36 por ciento de sus ingresos.

El ritmo impuesto por el actual titular de la Sedesol durante su régimen fue extraordinario, al multiplicarlo hasta cuatro veces. Así, mientras en 2010 ese municipio debía 34.8 millones, antes de concluir 2012 la deuda había crecido a 131.4 millones de pesos, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Pese a las evidencias, el Cisne, convertido en menos de tres años en un chivo en cristalería, se defiende argumentando que solo dejó un pasivo cercano a los 160 millones de pesos y que dichos recursos se justificaban pues fueron destinados a infraestructura. Respecto a la deuda con el IMSS, señala que esta le fue heredada por tres administraciones anteriores. Lo cierto es que no hizo nada por liquidarla.

En efecto, Silva Ramos aduce que los recursos con los que ha hipotecado por décadas al ayuntamiento porteño se destinaron a la construcción de puentes y calles, y se vanagloria de haber encabezado la administración municipal que más calles ha construido: de 13 a 300, según su decir.

¿Obras son amores o crasos errores?

¿Qué calidad tuvieron las obras de infraestructura impulsadas durante su gestión municipal? Para muestra, un botón.

El jueves pasado, los tuxpeños sufrieron su primer desencanto. Un puente en la calle Libertad, construido según los reportes periodísticos sin la calidad exigida, colapsó cuando lo cruzaba una camioneta de carga, la que cayó al fondo del canal de aguas negras.

Los constructores, en un simulacro en que el ayuntamiento hacía como que pagaba y ellos hacían como que construían con las especificaciones debidas, no le pusieron varillas a las vigas ni a la losa principal.

Por la mañana del jueves, la camioneta de 3.5 toneladas, cargada con garrafones de agua, quedó en medio del fallido puente, vencida por su peso y la mala calidad de la obra.  Por fortuna, relata la nota del periódico La Opinión, la estructura se desplomó en partes, lo que permitió que no hubiera víctimas mortales.

Gracias al desplome de dicho puente, que forma parte de las obras de las que se vanagloria el aspirante a gobernador, unas nueve colonias han quedado incomunicadas, lo que está generando la protesta de los afectados ante la actual autoridad municipal, quien les ha dicho que esperen al próximo año porque, claro, no hay dinero en las arcas municipales y el que cae debe ser destinado al pago de la enorme deuda.


Pero al Cisne, eso ya no le preocupa.