lunes, 20 de enero de 2014

La del campo, ¿la próxima reforma?

A transformar el marco jurídico del sector agropecuario se comprometió el presidente Enrique Peña Nieto durante el acto en que se conmemoró el aniversario 99 de la promulgación de la primera ley agraria justamente en el Puerto de Veracruz, por el presidente Venustiano Carranza.

Desprovista de su espíritu justiciero, la legislación agraria actual dista mucho de la original. La reforma al artículo 27 constitucional impulsada por Carlos Salinas de Gortari durante su mandato puso en grave riesgo a millones de campesinos del país que, con el régimen ejidal, estaban impedidos para vender sus tierras y, con ello, se evitaba una reconcentración de los territorios rurales.

Hoy las parcelas ejidales son emporios inmobiliarios, nuevos latifundios, megaproyectos turísticos, obrajes mineros, en un esquema de profunda expoliación de la mano de obra que hoy aportan sus antiguos dueños.

Pero el presidente Enrique Peña Nieto habló en Boca del Río de una nueva reformulación de los preceptos jurídicos que norman el campo, al que quiere productivo y exitoso, lejos de rezagos y capaz de convertirse en una alternativa competitiva a nivel internacional.

Lo que no se sabe es si ese propósito incluye a los campesinos. Habla de impulsar esta reforma a través del diálogo con todas las organizaciones campesinas, pero hace mucho que estas agrupaciones ya ni simulan apoyar las más sentidas demandas de los labriegos mexicanos, quienes siguen soportando en sus espaldas la alimentación del país sin que se les pague algo cercano a lo justo.

Los dineros para el campo

Peña Nieto dijo en su discurso que en el presupuesto de este año, se destinarán al campo 82 mil 900 millones de pesos, es decir, 7 mil 500 millones de pesos más que en 2013. Se destinarán, es cierto, lo que no se sabe es cuánto recibirán los productores agropecuarios del país, luego de la tradicional rasurada que imponen miles de funcionarios corruptos altos, medianos y chicos.

Veamos la tradicional parrafada del señor presidente, traída de un desvelado poeta: es tiempo, dijo, de labrar la tierra y sembrar la semilla para que el día de mañana cosechemos buenos frutos. En Veracruz estamos acostumbrados a este tipo de frases que no dicen nada.

En cambio, dio la numeralia de la regularización de las tierras y los núcleos agrarios, y ya sabemos que eso ha hecho posible que los terrenos de los campesinos se conviertan en una mercancía barata. Dijo que en 2013 entregó títulos a 200 mil familias y se regularizaron 300 núcleos agrarios. Añadió que se atendieron más de 236 mil trámites con lo que se disminuyó el rezago en un 98 por ciento, y se liberaron unas 14 mil hectáreas en conflicto social, además de incorporar al patrimonio nacional 43 mil hectáreas.

Ya veremos qué resulta de estas promesas.

Nada para Veracruz

Siguiendo con una tradición que lleva ya un año, el presidente Enrique Peña Nieto evitó referirse en específico al estado de Veracruz. Mientras en otras entidades hace anuncios espectaculares de obras y acciones a favor de los pobladores locales, acá nos toca escucharle sus propósitos nacionales. Ya llevamos varios años ignorados por los dos sucesivos gobiernos federales. ¿Seremos culpables de ello todos los veracruzanos?


El camino de don Nicho

Aunque forma parte de los compromisos asumidos durante su campaña a su paso por Veracruz, el presidente Enrique Peña Nieto no viajó este lunes 6 de enero a inaugurar la primera parte del denominado libramiento de Coatepec.

Y es que, pese a que desde diciembre, la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP), que dirige el exsecretario de Gobierno Gerardo Buganza Salmerón, ha trabajado a marchas forzadas para recomponer las maltrechas rayas de la autopista Xalapa-Coatepec, colocar la señalética y pintar los muros separadores, lo cierto es que la obrita poco servirá para desviar el tráfico que circula rumbo a Xico y Teocelo.

Los tres y medio kilómetros de carretera que, en su primera etapa requirió de 250 millones de pesos, la mayor parte destinados al puente sobre la autopista, apenas servirá para quienes se dirigen de Xalapa a poblaciones como El Grande y Mahuixtlán, en el municipio de Coatepec, porque quienes van a Xico tienen que retornar a Coatepec para cruzarlo por la avenida Libertad.

Eso quiere decir que, para su propósito, que es desviar el fuerte tráfico hacia las poblaciones localizadas entre los dos Pueblos Mágicos, faltará ciertamente que Peña Nieto y el gobierno federal cumplan con financiar la continuación del libramiento, construyendo un puente sobre la carretera Coatepec-Las Trancas, pues de otra manera solo servirá para las poblaciones localizadas a la vera de esta última rúa.

Muchos vecinos de El Grande, con sorna, aseguran que la carretera fue construida para facilitar el tránsito de su principal vecino, el exsecretario técnico de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Dionisio Pérez Jácome, a quien le quedará de maravilla pues de la salida del libramiento a su casa median apenas unos cien metros.

Algo, por cierto, se deberá hacer para que quienes se dirijan rumbo a Xalapa no ocasionen accidentes viales en su incorporación a la autopista, porque el entronque no cuenta con carril de amortiguamiento, por lo que deberán hacer alto total antes de seguir su ruta a la capital del estado.


El presidente Enrique Peña Nieto, quien estuvo este lunes en el acto conmemorativo de la promulgación de la primera ley agraria, debió parecerle inocuo volar hasta Coatepec, luego de que la semana pasada, en su natal Atlacomulco, inauguró una supercarretera de 80 kilómetros, construida por su colega, el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila.

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