Rolando Olivares Ahumada |
Cuando Rolando Olivares Ahumada ganó la
partida a Cenobio de la Torre en julio del año pasado, con más del doble de la
votación lograda por el candidato panista, pocos se imaginaron que en solo 15
días de gobierno municipal borraría del mapa al panismo familiar que había
logrado enquistarse en el poder por casi nueve años.
Ha
sido tan duro el contraste logrado, que el descontento popular que había
generado el dos veces alcalde José de la Torre Sánchez (y, por extensión, toda
su familia) ha encontrado razones de sobra para profundizarse.
Empresario
agroindustrial, con un profundo dominio en materia de exportación de cítricos,
Olivares Ahumada ha impreso a su gestión, incluso desde antes de tomar
posesión, una intensidad y efectividad tales que su paso por el panismo como
candidato a diputado federal en 2012, cuando perdió por la labor en contra de
Pepe de la Torre, ha sido borrado por completo.
Pero
el contraste que ha logrado en menos de 20 días no solo ha logrado marcar
contraste con su antecesor. También pone en entredicho a decenas de ediles de
la entidad que se han concentrado en la conformación de sus equipos y en el
análisis de sus menguadas haciendas.
Y
no es que en Martínez la anterior administración haya dejado una caja repleta
de billetes al alcalde priista para que se luciera. Por el contrario, incluso
los recursos materiales indispensables para la prestación de servicios como
limpia pública, seguridad, agua y saneamiento mostraron el abuso y una
desaseada administración guiada por los intereses particulares del exalcalde
panista.
Lo
que pasa es que, mientras los demás alcaldes vacacionaban para llegar frescos a
sus puestos, Olivares adelantaba gestiones, organizaba e instruía a quienes
serían parte de su equipo de gobierno, establecía estrategias con base en una
consulta pública y, seguramente, concitaba la participación de los grupos
empresariales para que apoyaran a sacar a una ciudad hundida en el marasmo.
Una
ciudad insegura y peligrosa
Si le preguntáramos a cualquier
martinense (taxista, transportista, comerciante, industrial, ama de casa,
jornalero o empleado) por su máxima preocupación, seguramente contestaría que
la inseguridad.
Hasta
diciembre pasado, no había día en que no ocurriera un asalto callejero, incluso
a la luz del día y en calles céntricas; el robo en propiedad pertrechado por
bandas que actuaban repetidamente y con el mismo modus operandi (como los
violentos asaltantes a bordo de motocicleta), el secuestro y el asesinato.
Todos
tienen historias que contar, sea en propio perjuicio o en el de vecinos,
familiares y amigos.
Pese
a la presencia de la Marina, que estaba atenta a atajar a la delincuencia
organizada, en materia del orden común la policía municipal se convirtió en una
agencia privada de protección de los negocios del alcalde (quien antes de
partir inauguró su tercer supermercado), según documentó el servicio
informativo de MS Radio. Al frente de la corporación puso a una mujer sin
preparación en el tema que había hecho labores administrativas y que, lejos de
prevenir los delitos, prácticamente se dedicó a atracar a jóvenes, borrachos y
periodistas.
En
el parque de maquinaria, Rolando Olivares pudo ver al segundo día de su mandato
cómo habían sido arrumbados vehículos policiacos que días antes prestaban
servicio, pero que se mostraban sin llantas o sin motor.
Por
eso, las primeras acciones del nuevo alcalde han sido recuperar el alumbrado
público en calles de colonias y en las principales avenidas, incluso en el
puente que comunica con Independencia, implantar operativos para retirar
vehículos descompuestos y abandonados en las vías públicas que funcionaban como
parapetos de delincuentes, aplicar operativos para evitar el tránsito de
automovilistas con altos grados etílicos y componer los semáforos.
Si
la policía preventiva cumple su función como están obligados, si las nuevas
cámaras de vigilancia no se usan para cuidar los negocios personales como hizo
Pepe de la Torre, si al frente de la corporación manda un policía experto, el
nuevo alcalde podrá recuperar la confianza ciudadana.
Productores
rurales, olvidados
Para nadie es un secreto que, durante su
gestión, Pepe de la Torre confrontó duramente al gobierno estatal y trató
siempre de echarle encima a los pobladores urbanos y rurales, pero lo que más
se recuerda fue su cruzada contra la Secom por el incumplimiento en la
reparación de vías carreteras y caminos interparcelarios.
José y Cenobio de la Torre |
Su
cruzada, sin embargo, no tuvo como propósito liderar una auténtica demanda sino
sacar provecho electoral en su lucha casi personal contra el gobierno y su
partido, el PRI.
Rolando
Olivares sabe perfectamente la importancia de la producción agropecuaria,
principalmente de la citricultura. Por ello, desde antes de entrar al
ayuntamiento abogó por que llegaran los recursos derivados del Fonden para
paliar las pérdidas de los agricultores debido a los fenómenos meteorológicos.
Pero,
además, con recursos municipales de inmediato puso en marcha un programa para
mejorar las arterias que hacen circular una producción agropecuaria que ha
significado para Martínez de la Torre fama nacional e internacional.
Una
imagen distinta para la ciudad
No solo se ha preocupado por un mejor
alumbrado público para darle vida a una ciudad cuyo entorno urbano parecía a
punto de desfallecer, con la consiguiente baja autoestima de sus habitantes.
Pepe de la Torre
prácticamente no hizo nada por mejorar calles y avenidas, salvo algunos tramos
que construyó de concreto hidráulico, aunque para llegar a ellos se debía
conducir como en un camino de terracería y, tras un minuto de gloria, regresar
al infierno de los baches profundos.
Por
ello, desde antes de entrar a gobernar, Rolando Olivares Ahumada logró el compromiso
federal para brindar recursos para la remodelación del bulevar Luis Donaldo
Colosio, entrada a la ciudad por el lado de la sierra.
Además,
cumpliendo con su promesa de incorporar a Independencia a los beneficios de la
ciudad, ha ordenado remodelar las calles y avenidas, limpiar las jardineras,
recuperar parques y jardines y atender las necesidades de sus sectores más
depauperados, a través del trabajo de la presidenta del DIF municipal, quien a
diferencia de su antecesora no usa esos recursos para generar adhesiones
políticas que le puedan ser útiles en próximos empeños electorales.
Sería
largo enumerar tantas acciones que ha emprendido el nuevo ayuntamiento de
Martínez de la Torre. Lo cierto es que la población ya muestra otra cara, hay
esperanza y pronto veremos los efectos entre los martinenses que estarán
dispuestos a participar.
Solo
esperamos que esta intensa actividad gubernamental no se convierta en flor de
15 días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario