Anilú Ingram Vallines |
Para bien o para mal, para la gloria o el
escarnio, muchos comunicadores veracruzanos han pasado de testigos a
protagonistas del escenario público en los últimos años, lo que tiene en
salmuera a los políticos de carrera, desplazados irremediablemente en varios
puntos de la entidad.
No ha habido etapa más propicia para pasar del
medio al fin que ésta, cuando muchos periodistas o locutores, abanderados por
diversos partidos políticos, pero principalmente por el Partido Revolucionario
Institucional y sus satélites, han abandonado sus bártulos mediáticos para
probar suerte en la política activa, tanto en municipios como en el poder
ejecutivo y legislativo local e, incluso, en el federal.
Bien
valdría la pena un estudio sociológico de este fenómeno que deja dudas sobre la
salud de los políticos tradicionales o sobre la carencia de cuadros de mediana
envergadura para ganar comicios, pese a que, al menos en Xalapa, uno de los
primeros experimentos, con José Valencia Sánchez, exdirector de Diario de
Xalapa, llevó al PRD a su más dura derrota cuando se lanzó como candidato a
alcalde de Xalapa y dejó al Sol azteca en el tercer sitio, cuando Uriel Flores
Aguayo aseguraba que su partido ganaría aún si llevara como candidato a un
bovino.
José Valencia Sánchez |
De
víctimas a poderosos
Entre marzo de 2011 y abril de 2012,
Veracruz vivió la peor pesadilla de violencia contra reporteros veracruzanos.
La última víctima fue la corresponsal de la revista Proceso, Regina Martínez,
cuyo caso se encuentra en un trance de oscuridad tras la liberación de quien
había sido presentado como su asesino por la Procuraduría General de Justicia, gracias a la mano negra de un empresario de la comunicación, el magistrado Edel Álvarez Peña.
Luego
de este crimen, las cosas han cambiado de color, y no precisamente porque los
comunicadores estén a salvo; ha habido varios atropellos ahora protagonizados
por la Secretaría de Seguridad Pública.
Aunque
ya ha habido antecedentes de comunicadores metidos a políticos, aprovechando su
supuesta o real popularidad entre la población, ha sido en los últimos dos años
cuando esta tendencia ha arreciado.
Frente
a la caída de Pepe Valencia, ha habido otros derrotados en las lides
electorales, como el destacado columnista Raymundo Jiménez, quien en dos
ocasiones consecutivas (2004 y 2007) fue a la batalla por la alcaldía de
Emiliano Zapata, sufriendo sendas derrotas y, en el reciente proceso electoral
local, no pudo lograr siquiera la candidatura gracias a la desigual batalla que
sostuvo con Shariffe Osman Flores, quien fue apoyada con todo desde el
Ayuntamiento de Xalapa, lo que no le sirvió para ganar la elección definitiva.
Queda
claro que los medios electrónicos son más poderosos que la prensa escrita, tal
vez debido a la legendaria lejanía de los mexicanos respecto a los periódicos.
Hay que recordar que en 1997, impulsada por el PRD, la popular conductora
Socorro Aubry sí ganó la diputación federal de Veracruz y con una votación
holgada.
Otro
caso icónico es el de Elizabeth Morales, quien pese a su perfil profesional de
administración de empresas, se ha dedicado fundamentalmente a los medios de
comunicación. Fue conductora del programa de televisión “A quien corresponda
Veracruz” de TV Azteca y articulista de Diario de Xalapa y Política. Inició el
programa de radio “Solo Respuestas” como directora, productora y conductora de
2011-2004 y, de 2005 a 2008, fue productora y conductora del programa de
televisión “Usted no está solo”. Hasta fungió como subdirectora de Radio Televisión
de Veracruz (RTV).
A
raíz de esto, fue diputada federal, acaba de terminar su infausta gestión como
alcaldesa de Xalapa y, con el apoyo de don Mario Vázquez Raña, Presidente de la
OEM, en febrero asumirá la Presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI.
Otro
caso exitoso en los medios es el actual diputado local por Poza Rica, Alfredo
Gándara Andrade, luego de una desastrosa gestión como alcalde del mismo
municipio petrolero, impulsado con todo por su padrino Fidel Herrera Beltrán.
Los
nuevos mesías de la política
El poder de los medios, sea porque han
extendido sus tentáculos en la política local o porque fueron sacados de la
chistera para hacer contrapeso con otros partidos, particularmente el PAN, se
vio como nunca en el reciente proceso electoral local, de donde no solo salió
Gándara Andrade, sino también otros reporteros, conductores y empresarios de la
comunicación.
Salta
a la vista Eduardo Sánchez Macías, quien frustró sus aspiraciones de ser
alcalde de Martínez de la Torre pero obtuvo la candidatura de la coalición
encabezada por el PRI, bajo la bandera del Partido Nueva Alianza (Panal), para
obtener la diputación local por el distrito VIII, con cabecera en la capital de
los cítricos.
Eduardo Sánchez Macías |
Propietario
de seis medios impresos y diversas empresas de la construcción, Sánchez Macías
obtuvo un triunfo arrollador en los comicios y hoy es líder de la fracción
parlamentaria del Panal, pese a que su trayectoria política ha sido (y sigue
siendo) en el PRI.
Si seguimos
hablando del norte de Veracruz, tendremos que hablar de Gabriela Arango Gibb,
familiar del asesinado propietario de La Opinión de Poza Rica, Raúl Gibb, y que
ahora cobra sus dietas en el Congreso local como diputada por el distrito V de
Tuxpan.
Pero la zona
conurbada de Veracruz-Boca del Río es donde se dio la más fuerte batalla con
comunicadores al frente de los más importantes partidos en contienda e,
incluso, dos partidos menores que le apostaron por los populares lectores de
noticias.
En el
distrito estrella, Veracruz I, se confrontaron dos proyectos: el del PRI
fidelista y el del PAN yunista, y ganó el primero. Los antecedentes de las dos
contendientes más fuertes fue leer noticias en Telever, una, y en radio (además
de articulista de Notiver), la otra.
En efecto,
la actual presidenta de la mesa directiva de la legislatura, exconductora de
Telever y de la televisora estatal, Ana Guadalupe (Anilú) Ingram Vallines, fue
la ganadora en unos comicios en que enfrentó a Marijose Gamboa Torales, quien
por cierto dijo haber sido víctima de represalias por su actitud crítica, antes
de ser postulada por el PAN yunista; tras su derrota, ahora funge como directora
del Instituto Municipal de las Mujeres en el ayuntamiento de Boca del Río,
presidido por segunda ocasión por Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del peor enemigo
de Fidel Herrera Beltrán.
Mientras
esto sucedía en el distrito urbano, en el rural el exlector de noticias y
exreportero de Telever (la empresa filial de Televisa) Tonatiuh Pola Estrada,
hermano de otro diputado local, pero del Movimiento Ciudadano, Cuauhtémoc, se
enfrentaba en una batalla muy desigual con su excompañero en la empresa Hugo
Gallardo San Gabriel, postulado por Alternativa Veracruzana (AVE).
Hugo fue reportero policiaco de la
empresa televisiva hasta que el crimen organizado le puso la mira y tuvo que
exiliarse. La batalla la ganó Tonatiuh, quien hoy se desempeña en el Congreso
como vocero de la fracción priista y, prácticamente, le tiene puesta la sombra
a la encargada oficial de prensa de la Legislatura, Vicky Hernández.
Los poderes fácticos
Además de la diputada por Tuxpan. Gabriela Arango Gibb, ha
llegado al Congreso local, bajo la bandera del Partido Verde Ecologista de
México pero cobijada por la alianza Veracruz para Adelante que encabezó el PRI,
la hija de José Pablo Robles Martínez (jefe del emporio que encabeza Diario del
Istmo), la hoy diputada local Mónica Robles Barajas.
Esta pléyade
de hijos de la comunicación, a la que se une Eduardo Sánchez Macías, controla
una parte del poder real, pero provienen de los poderes fácticos.
Ellos
triunfaron. Otros, no. Basta ver la lista de otros candidatos hasta donde la
vista de este reportero alcanza: Adriana García Vargas, también de una empresa
de los Robles, Imagen del Golfo, fue por la diputación por Boca del Río,
auspiciada por el Partido del Trabajo (PT), y perdió.
En los mismos comicios locales, perdió
Alejandra Rosas Borbonio, exconductora del Grupo ACIR, quien buscó ganar el
ayuntamiento de Cotaxtla, la tierra del procurador Felipe Amadeo Flores
Espinoza, por el partido Alternativa Veracruzana (AVE), pero no lo logró.
Para conocer
la importancia de los comunicadores, basta ver cómo ahora son materia de
columnas y trascendidos los nombramientos de los encargados de prensa del
gobierno estatal, la legislatura y algunos ayuntamientos.
¿Será para
bien?
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