Juan Octavio Pavón González. RTV |
Todo discurso se estrella contra el muro
de la realidad. Aunque desde el púlpito gubernamental se pregona el aprecio por
la cultura y las artes, hace más de dos años que en Radio Televisión de
Veracruz (RTV), particularmente en Radio Más, se dinamita toda iniciativa que
huela a cultura, en aras de un rating engañoso y nocivo.
Sin proyecto visible, salvo el de
competir con la radio comercial con sus propias armas, el director de este
valioso medio de comunicación de los veracruzanos, Juan Octavio Pavón González,
con el evidente apoyo del gobierno al que sirve, ha ido despojando a la
programación de Radio Más de todo intento por cumplir con la misión de una
radio educativa y cultural.
Aunque en la televisión estatal los
contenidos también han ido a la baja, al incorporar mayormente temas deportivos
y del espectáculo, en la “Radio de los Veracruzanos” se ha mantenido una guerra
sin cuartel contra toda manifestación cultural, de reflexión y de inteligencia,
para sustituirlo por una banal programación de música comercial, al grado de
ser catalogada como una simple y pésima rockola.
Para ello, el comunicólogo del Tec de
Monterrey, mediante despidos infamantes, ha generado una fuga de cerebros, de
la que se han beneficiado corporaciones culturales de otros estados como
Tlaxcala y Oaxaca, amén de radiodifusoras cibernéticas.
El novel funcionario ha transformado una
estación que ha ganado premios nacionales e internacionales, corriendo precisamente
a quienes lo han hecho posible, recibiendo como premio la responsabilidad (y
oportunidad) de hacer el mercadeo de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Muere
la única radio cultural y educativa
Aunque Radio Universidad Veracruzana
(XERUV) forma parte del inventario de estaciones con la misión legalmente
establecida de ofrecer contenidos educativos y culturales, lo cierto es que su
cobertura es tan reducida que se le conoce como la reina del cuadrante porque
su señal solo llega a la cuadra circundante.
Descontándola, solo Radio Más puede
apoyar la función de educar, difundir la cultura y fortalecer la identidad de
los veracruzanos, pero paulatinamente ha sido despojada de todo ello y amenaza
con hacerlo un ente inservible y costoso.
Según un estudio del Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes sobre la situación de la radiodifusión, en 2007 había
en el país mil 579 estaciones de radio, 113 de ellas en Veracruz, lo que lo
convertía en el segundo estado con más radiodifusoras, detrás de Sonora. De
ellas, mil 232 eran concesionadas, es decir, comerciales, de las cuales 102
eran veracruzanas, lo que nos colocaba en el primer lugar nacional.
Ello contrasta con la situación que viven
las permisionadas, de corte educativo y cultural, pues de 344 en el país, solo
11 operaban en la entidad, lo que nos colocaba en el lugar 12.
Entre las permisionadas destacaba Radio
Más, con varias repetidoras que la hacía audible y, en muchos casos, preferida,
entre los pobladores de estados como Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Puebla,
Tlaxcala, Hidalgo, San Luis Potosí y Tamaulipas.
Desgraciadamente, ese esplendor está
siendo apagado rápidamente desde la entrada de Juan Octavio Pavón González y,
hay que decirlo, desde el inicio de la gestión del gobernador Javier Duarte.
Popularizar
o vulgarizar, esa es la cuestión
Lo primero que hizo Pavón González no
bien obtuvo el puesto fue cancelar toda la programación de Radio Más. Durante
meses, bajo el argumento de una restructuración de la barra programática, sacó
del aire todos los programas que habían ganado adeptos y seguidores en la
entidad y estados vecinos.
Nunca realizó la famosa restructuración,
para la que se asesoraba de un supuesto experto traído del DF. En cambio, poco
a poco fue despidiendo a productores y conductores, como Manuel Vásquez, Rafael
Figueroa y Rafael Antúnez, entre otros. En su lugar, impuso barras musicales y
programitas populacheros, alejados de la misión de la estación.
Entrevistado el 25 de noviembre pasado
por Javier Solórzano desde Once Noticias, a propósito de asumir la presidencia
de la Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales, Pavón
González dijo que uno de los propósitos fundamentales de su gestión sería
promover “contenidos de calidad para nuestras audiencias”.
Además, dio por sentado que buscaría en
la reforma en telecomunicaciones, cuya legislación secundaria se debatirá a
partir de febrero, abrir la posibilidad de que las estaciones permisionadas
comercializaran tiempos para fortalecer sus finanzas. En la realidad, el inculto
funcionario está haciendo todo lo contrario con el sistema que le fue entregado
casi en comodato.
Con el sambenito de un recorte
presupuestal, a finales de enero cometió su más reciente tropelía, sin que
encontrara la mínima oposición de la directora de Radio, Cristina Medina:
despedir al conductor Luis Barria Meunier y cancelar un programa que durante
siete años ha sido el foro de una de las principales expresiones musicales del
ámbito xalapeño: el jazz.
¿Qué se pondrá en lugar de su programa
Horas Extra en que combinaba música y poesía, y era seguido incluso en otros
países? Nada menos que el programa Los Camineros (o Los Camioneros), con una
programación de música de banda, chunchaca y ranchera, de la que están colmadas
hasta la ignominia todas las radiodifusoras comerciales.
Pavón González no solo había desaparecido
la versión previa, El jazz bajo la manga, y había empujado el nuevo programa a
horas de la madrugada; ahora, con ánimo de filibustero, impondrá una versión
descafeinada de lo peor de la música popular, para consumo de camioneros,
traileros y taxistas.
¿Qué
hizo posible el programa de Luis Barria?
Durante siete años, el oriundo de San
Rafael había logrado acercar el jazz a sectores de la población que no tenían
oportunidad de acercarse a este género. En su programa, Barria Meunier dio
cobertura a conciertos y festivales de jazz, atrajo como invitados a músicos,
poetas, jazzistas, jaraneros, decimeros, teatreros, bailarines y expertos que
seguramente le causaban escozor al culto director general de RTV.
Sería largo enumerar los logros de El
jazz bajo la manga, que se transmitió del 7 de marzo de 2007 al 12 de
septiembre de 2012, fecha esta última en que por órdenes de Pavón González
salieron del aire todos los programas. Pero comentemos algunos.
En ese tiempo, dio cobertura a cinco
festivales internacionales Jazz Fest y a dos festivales internacionales JazzUV.
La cabina de Radio Más fue el espacio en que se habló de jazz para los músicos
chilenos Melissa Aldana (saxofonista) y Camila Meza (guitarrista y cantante), y
de los pianistas mexicanos Rafael Alcalá, Alejandro Corona y Édgar Dorantes.
También convivieron con los radioescuchas
veracruzanos productores de programas similares como Roberto Barahona (Puro
Jazz, Santiago de Chile); Jorge Fernández de Castro, Pablo Argüelles y Pepe
Janeiro (Solo Jazz, BUAP) y Óscar Javier Martínez (El Sexto Continente,
Oaxaca).
Concedieron entrevistas músicos de jazz
como el cubano Francisco Mela, el baterista norteamericano Greg Hutchinson, el
percusionista puertorriqueño Giovanni Hidalgo, el trompetista cubano Mario
Morejón El Indio, y el cantante de jazz Sachal Vasandani.
Desde Horas Extra, que se transmitió del
10 de abril de 2013 al 30 de enero reciente, también se divulgó la voz y la
obra de destacados jazzistas, jaraneros y trovadores, varios de los cuales
interpretaron en vivo sus composiciones.
Colofón
Es extraño que, mientras se busca con
afán pordiosero el famoso rating, Radio Más y la propia televisora del Cerro de
la Galaxia, estén cayendo dramáticamente del gusto de los veracruzanos.
Tan mal es dirigido que, en las fiestas
de La Candelaria que se celebran en Tlacotalpan, no está presente Radio Más,
pese a ser uno de los acontecimientos culturales más representativos de
Veracruz.
Lo cierto es que el próximo paso de Juan
Octavio Pavón González será quitarle el lema a RTV, porque decir que son la
radio y la televisión de los veracruzanos es una grosería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario