Lejos del solar jarocho, el presidente
Enrique Peña Nieto anunció para este año el inicio de dos magnas obras en
materia de comunicaciones para nuestra entidad. El título de esta entrega no
buscaba rememorar una de las primeras novelas del escritor español Enrique
Vila-Matas.
Como veremos, Peña Nieto ha sido muy
cuidadoso en elegir el lugar y la ocasión propicios para remarcar que pronto se
aplicarán fuertes inversiones federales para la conversión del Puerto de
Veracruz en uno de clase mundial en el Golfo de México, junto con los puertos
de Guaymas, en Sonora, y Lázaro Cárdenas, en Michoacán, del lado del Océano
Pacífico.
Como parte de su estrategia de fortalecer
el área de comunicaciones y transportes, además de la ampliación del Puerto de
Veracruz se refirió a una obra que, hace más de tres años, en su primer día
como gobernador, Javier Duarte de Ochoa echó a andar o, para ser más preciso,
ondeó banderolas para hacer notar que se echaba a andar: la autopista
Tuxpan-Tampico, que no tiene nada de avance, pero que ahora será posible si
creemos en las palabras del Presidente de la República.
Esta autopista permitirá unir los dos
puertos mexicanos más al norte del país del lado del Golfo de México: Tuxpan y
Tampico.
El de Tuxpan es considerado el más
cercano a la zona metropolitana de la Ciudad de México, en que se concentra
buena parte de la industria de la transformación y, particularmente, el sector
más dinámico de la economía, el automovilístico, que este año permitió
desbancar a Japón, colocando a México en el primer lugar como exportador de
vehículos y autopartes hacia los Estados Unidos.
El de Tampico, por su parte, permite la
exportación de la producción siderúrgica y de automotores que se realiza en la
zona metropolitana de Monterrey y en la región de La Laguna, en que se unen los
estados de Durango y Coahuila.
Aunque el presidente Enrique Peña Nieto
no ha anunciado inversiones para su modernización, estos dos puertos –junto con
el de Veracruz– permitirán agilizar la creciente exportación del centro y
centro–norte del país hacia la Costa Este de los Estados Unidos y Europa,.
¿Dónde
andaba Enrique Peña Nieto?
En este espacio hemos observado
críticamente que, durante sus visitas protocolarias al estado de Veracruz, el
presidente Enrique Peña Nieto nunca ha anunciado inversiones federales que
beneficien a los más de siete millones de personas que habitamos este alargado
territorio.
Que ahora lo haya hecho pero en la Ciudad
de México, en ocasión de acudir a la 22 Reunión Plenaria de Consejeros de
Banamex, puede tener su significado político. Mire que en estos momentos en que
la entidad se debate en medio de una fuerte percepción de violencia que va
creciendo en intensidad, y en el que el asesinato del reportero Gregorio
Jiménez de la Cruz no es sino el caso más célebre en los medios, le habría
caído bien el gobernador Javier Duarte de Ochoa sentir el espaldarazo del jefe
del Ejecutivo federal con estos anuncios, aprovechando por ejemplo la inauguración
del libramiento de Coatepec que sigue cerrado a la circulación.
Ya hemos dicho en este espacio que no
importa desde dónde lo anuncie el Presidente de la República, con tal de que
quienes vivimos en este estado nos sintamos atendidos por un gobierno al que le
aportamos mucho en términos del Producto Interno Bruto (PIB) y de impuestos y
contribuciones, en el marco del pacto federal. Pero habrá quienes atribuyan a
esta lejanía un mensaje distorsionado.
Como quiera que lo importante es que
lleguen inversiones federales, ante la grave escasez de recursos estatales que
ha impedido obras de gran calado, no hay más que sentirse optimista pues,
gracias a contar con dos puertos importantes para las exportaciones del país,
nos beneficiaremos de grandes flujos de capital a partir de este año.
Peña Nieto dijo ante los banqueros que,
gracias a la reforma hacendaria, se lograrán inversiones públicas para
convertir a Veracruz en un puerto de clase mundial, y que se logrará integrar
al norte de la entidad (que por siglos ha sufrido la pésima red carretera para
comunicarse con su capital y el resto del estado) mediante una autopista cuyo
principal propósito es unir a los puertos de Tuxpan y Tampico.
“Vamos a ampliar y consolidar puertos de
clase mundial en México, como el de Guaymas, Lázaro Cárdenas y Veracruz; por
todo ello estamos convencidos de que este año será un buen año para México y
para todos los mexicanos”, dijo Peña Nieto.
Y es que, junto con la autopista
Tuxpan-Tampico, se iniciarán la de Barranca Larga-Ventanilla, en Oaxaca, el
segundo piso de la autopista México-Toluca (entre La Marquesa y Lerma), el tren
interurbano México-Toluca, el tren rápido México-Querétaro, el tren transpeninsular
entre Mérida y Cancún, la línea 3 del tren eléctrico en la zona conurbada de
Guadalajara y la ampliación del metro de Monterrey.
De la obra de ampliación del Puerto de
Veracruz, dijo que generará más de 140 mil empleos, con una inversión global de
60 mil millones de pesos, lo que permitirá que su capacidad crezca en un 300 por
ciento. La primera etapa tendrá una inversión de 24 mil millones de pesos y una
segunda recibirá los 36 mil millones de pesos restantes.
¿Hay distanciamiento entre Duarte y Peña
Nieto? Mejor ni nos ocupamos del tema porque hoy es el día del amor y la amistad.
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