miércoles, 30 de junio de 2010
Obesidad: La batalla apenas empieza… mal
Si bien se han dejado pasar décadas decisivas, es de reconocer la iniciativa de las secretarías de Salud y de Educación Pública, en acuerdo con las autoridades estatales de ambos ramos, para poner en la mesa de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), el anteproyecto de lineamientos generales para el expendio y distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de consumo escolar.
Pero apenas ha comenzado la batalla, y los primeros escarceos parecen indicar que la victoria llegará de manera un poco dilatada.
El anteproyecto establecía la prohibición de la venta de refrescos y de productos que superen el mínimo calórico que contienen yogures, leches enteras y azucaradas, alimentos fritos, tamales, gorditas, tacos dorados, flautas, pizzas, molletes y hotcakes.
Pero organismos no gubernamentales han alertado sobre la desaparición de esta lista en el documento entregado finalmente a la Cofemer.
Entre el 26 de mayo en que se dio a conocer el anteproyecto y el 9 de julio en que fue entregado a la comisión regulatoria, desapareció la lista de alimentos que, según las autoridades, no debían traspasar las aduanas escolares.
“En menos de dos semanas, las empresas alimentarias rasuraron los lineamientos básicos de la propuesta”, según Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
Y es que ya se había previsto la rabiosa oposición de los cárteles de la obesidad, que dependen del irracional consumo infantil para obtener ganancias exorbitantes, y veremos a partir de agosto la respuesta de los obesomenudistas, para quienes es un asunto de supervivencia, si no le meten creatividad.
Los fabricantes de alimentos y bebidas chatarra han tenido décadas de gracia muy bonancibles. Desde hace 50 años atacan publicitariamente a una enorme población infantil que ha navegado con mucha rapidez hacia nuevos hábitos de consumo alimenticio, lo que se ha visto con especial contundencia en los últimos 20 años.
Según un estudio pedido por diputados federales, la industria de la comida chatarra genera cerca de 20 mil millones de pesos anuales (unos mil 530 millones de dólares) y mantiene imantados a los niños con cerca de 12 mil anuncios por televisión.
Si a estos se agregan anuncios en cines, periódicos, revistas, plazas comerciales y publicidad impresa que se pega hasta en los más humildes estanquillos de las más remotas comunidades, ya podemos imaginar el efecto nocivo en los niños, quienes adoptan ese fúnebre consumo para toda la vida.
En cientos de miles de escuelas, las cooperativas y concesionarios que aprovechan el mercado cautivo de millones de niños, no les ofrecen otra cosa para saciar el apetito o la sed que comida chatarra y bebidas hipercalóricas (se calcula que un refresco de 600 mililitros contiene el equivalente de 16 cucharadas de azúcar), cuando no platillos elaborados con exceso de grasa y harinas.
Ganancias, aunque la población enferme
En su propio anuncio, las medidas propuestas por educación y salud fueron torpedeadas por las trasnacionales que serían afectadas.
Desde enero, las empresas refresqueras y de alimentos procesados habían sido llamadas para elaborar estrategias corresponsables para disminuir los efectos dañinos de los altos contenidos calóricos de sus productos. Pese a los acuerdos, las cosas no parecían marchar al ritmo que exige la situación.
Ambas partes firmaron ese mes el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria que buscaba la creación de menús equilibrados y abogaba por el uso de edulcorantes no calóricos.
Al parecer, lo que pesó en las autoridades cinco meses después fue constatar que la situación requería acciones inmediatas. Ahora falta ver si éstas, y la propia comisión regulatoria, no doblan la cerviz ante las presiones de las multinacionales.
La primera en levantar la voz ha sido Coca Cola México. Lo que ha sonado extraño es que calificara la política propuesta para normar el consumo en escuelas como “discriminatoria” para sus productos: en efecto, en el documento enviado a Cofemer se establece que las bebidas azucaradas o con edulcorantes artificiales no estarán permitidas, lo que en opinión de Brian Smith, presidente de la trasnacional, “estigmatiza” a sus productos.
Lo cierto es que la empresa había anunciado que dejaría –en un proceso que concluye en 2012– de ofrecer sus productos a las escuelas primarias de todo el mundo.
Otro ramo que se ha sentido afectado por esta medida aún no ha aprobada, es el de envases y embalajes, cuyos productores verán mermados sus pedidos de empaques de plástico, papel y aluminio, utilizados por los fabricantes de alimentos chatarra.
Lo que es cierto es que, independientemente de lo que determine la Cofemer, profesores y padres de familia deberán trabajar unidos para llevar a cabo medidas que impidan mayor daño a la salud de los estudiantes mexicanos.
martes, 29 de junio de 2010
Obesidad infantil, una tragedia
En una o dos décadas, México podría convertirse en un país enfermo. Lo más grave: no habrá presupuesto que alcance para atender las enfermedades derivadas de un fenómeno creciente que ha colocado a nuestro país en el primer lugar mundial en obesidad infantil.
Las medidas apenas empezarán a aplicarse en agosto próximo en las escuelas de educación básica, consideradas como los principales espacios obesigénicos, siempre que las trasnacionales que producen y comercializan comida chatarra y bebidas ricas en calorías lo permitan.
Según la Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad (IASO), desde hace 15 años el gobierno mexicano tenía conocimiento del galopante crecimiento de la obesidad infantil y no actuó, en parte por las implicaciones políticas que le representaría afectar los intereses de las grandes empresas estadounidenses.
En efecto, el titular de la secretaría de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, ha reconocido que en los últimos 20 años la obesidad infantil se triplicó.
Según cifras de IASO, que reúne a miles de especialistas en obesidad de 56 países, y de la Organización Mundial de la Salud, casi un tercio de la población mexicana de entre 5 y 17 años sufre sobrepeso, y se estima que uno de cada tres nacidos desarrollará diabetes de tipo 2 a lo largo de su vida, con el riesgo de padecer enfermedades coronarias, hipertensión, infarto, artritis y ciertos tipos de cáncer.
El presidente de IASO, Philips James, no se anda por las ramas:
“Es una tragedia lo que está ocurriendo en México. Está demostrado que la obesidad le quita 10 años de vida a los niños cuando llegan a jóvenes adultos. No hay gobierno en el mundo que tenga el presupuesto para hacer frente al enorme costo causado por la epidemia de obesidad infantil que está sufriendo México”.
Para atacar este grave problema deben ponerse en acción muchas voluntades, si bien la intervención gubernamental es fundamental para promover un gran movimiento ciudadano que atienda esta grave epidemia. Y digo que es importante la intervención estatal porque deben tomarse medidas regulatorias que impidan el envenenamiento de nuestra población infantil en aras de un capitalismo salvaje.
Los padres de familia deberán tomar una acción decisiva en varios frentes: en primera, evitar que en las loncheras, los niños lleven este tipo de alimentos desde casa; también, vigilar que en las escuelas se eliminen aquellas bebidas y productos comestibles que vulneren la salud de los estudiantes, y educar a sus hijos sobre las consecuencias de los nuevos hábitos de consumo.
El gobierno deberá acordar con las empresas medidas determinantes para reducir los contenidos altamente calóricos de sus productos; vigilar que en las escuelas se reduzca, si bien de manera paulatina, la oferta de estos productos; evitar la publicidad agresiva que condiciona el consumo de estos productos entre niños y jóvenes; realizar campañas promocionales que hagan patente los riesgos sanitarios del consumo de estos productos, entre otras medidas.
Es, en efecto, una tarea enorme que debe acometerse colectivamente, casi con la misma intensidad con que se combate al crimen organizado, con la diferencia de que sólo causará bajas en las enormes ganancias de las empresas. (Continuará)
miércoles, 23 de junio de 2010
En México, educación en corrupción
Han caído como bomba las conclusiones de un dilatado estudio sobre educación, realizado por la UNESCO en 25 países, en las que México aparece como la meca de la corrupción... desde las aulas.
Revelado por El Universal, en nota de Nurit Martínez, el organismo para la educación, la ciencia y la cultura de la ONU revela que cinco tipos de corrupción son comunes en el sistema educativo mexicano, desde la más humilde escuela hasta los altos cargos directivos de educación, pasando por los organismos sindicales.
Tales tipos de corrupción son malversación, soborno, fraude, extorsión y favoritismo que, dada su gravedad, han convertido a la educación en un “recurso en peligro”, por lo que recomienda un compromiso profundo y firme, mayor transparencia y una adecuada rendición de cuentas.
La periodista mexicana, experta en el tema educativo, enumera en la nota –aparecida este martes 22 en la edición en línea del periódico– las cinco plagas cuasi bíblicas que están lastrando la educación en nuestro país.
Según la UNESCO, en escuelas y universidades de México se ha institucionalizado el desvío de fondos escolares para la financiación de causas políticas, la realización de pagos por parte de los profesores para conseguir empleo, la compra de títulos falsos, la inclusión de maestros fantasmas en las nóminas, el pago de cantidades ilegales para conseguir que los hijos sea admitidos en escuelas y la contratación de personal con base en su afiliación a un partido político o sindicato.
Los más graves son el pago de sobornos y favoritismo, y observa: “El SNTE ha establecido un sistema gremial que incluye la venta de plazas de profesor”.
La publicación de este grave diagnóstico, producto de una investigación de 10 años, se da justo en el momento en que el SNTE y la Secretaría de Educación Pública han lanzado las convocatorias para el Concurso Nacional de Plazas Docentes 2010-2011, que considera 32 mil 536 nuevas plazas en 30 estados del país, más de 7 mil 300 que el año pasado.
En un tiro de volea casi automático, el PAN ha mandado la pelota a los gobiernos estatales, sin parar en sugerir el evidente contubernio que opera entre el gobierno federal, a través de la SEP, y la dirigente nacional del SNTE Elba Esther Gordillo, madre de las mayores corruptelas.
En efecto, la presidenta de la comisión de educación en el Senado, la panista María Teresa Ortuño, ha reaccionado con suavidad hacia el gobierno que encabeza su partido, y ha repartido la responsabilidad a los gobiernos estatales.
Según su punto de vista, debe ponerse atención en la forma en que se fiscaliza el gasto público de educación en los estados, involucrando a los congresos locales en esa tarea, apoyados por los medios de comunicación y los padres de familia.
En otras palabras, que ninguna de las cámaras del Congreso de la Unión tendrían responsabilidad en la solución del problema puesto en el tapete por la UNESCO.
Con un lenguaje cantinflesco, la coahuilense asentada en Chihuahua parece desconocer la situación de corrupción política que impera en el sistema educativo y que se derrama en cascada desde el gobierno federal hasta la más lejana instalación escolar. La otra es que simplemente se hace tonta queriendo pasar por lista.
En franca complicidad, no ha querido tocar a Elba Esther Gordillo, cuyas huestes magisteriales, a través de su personal partido, el PANAL, han hecho alianzas con el PAN en varios comicios locales. Por eso, sólo dijo que el SNTE puede pasar a la historia como el gran transformador de la educación.
Haga usted de cuenta que encargamos el penal a los más peligrosos delincuentes en él recluidos, para que lo transformen. ¡Hágame el favor!
lunes, 21 de junio de 2010
Una vida dedicada a las artes
A la cauda de malas noticias para el mundo de la literatura que nos deparó el pasado fin de semana (primero, la del fallecimiento del Premio Nobel de Literatura, el lusitano José Saramago, ocurrido el viernes 18 de junio, y luego, la del fallecimiento del escritor mexicano Carlos Monsiváis, el sábado al mediodía), a la cultura y las artes veracruzanas le ha tocado su cuota de pérdida con la partida del maestro Miguel Vélez Arceo.
Con más de cuatro décadas consagradas al renacimiento, revaloración y reinterpretación de la danza folclórica mexicana y latinoamericana, Vélez Arceo falleció este domingo 20, apenas iniciada su novena década de vida.
Nacido en 1929 en Tuxtepec, Oaxaca, sitio que comparte con Veracruz la cultura más emblemática de nuestro estado (el son jarocho y la riqueza biológica y cultural creada en torno al río Papaloapan), Vélez Arceo vivió desde pequeño, con toda intensidad, la cultura popular de una región rica en manifestaciones artísticas como la música, la danza, la pintura y la artesanía, además de una mezcla perdurable de lenguas indígenas y concepciones del mundo que han estado en permanente rebelión frente a la que ha querido imponer la cultura occidental desde hace más de cinco siglos.
De Tuxtepec, al oriente de Oaxaca, se trasladó a Tehuantepec, en el Pacífico mexicano. Inició estudios normalistas en Comitancillo pero pronto buscó trasladarse a la Ciudad de México, donde cursó su carrera en la Escuela Nacional de Maestros. En 1949 ingresó a la Escuela Nacional de Danza. Su primer trabajo fue en una escuela de Minatitlán como instructor de actividades artísticas.
Benito Coquet habría de invitarlo a regresar al DF para enseñar danza en el IMSS. Ahí creó el Conjunto Folclórico del Seguro Social. Siendo Fernando López Arias gobernador de Veracruz, lo invitó a Xalapa para que creara el Departamento de Educación Estética.
Xalapa se convertiría en su nueva patria creativa, la definitiva. En la Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen” creó el Conjunto Folklórico Veracruz en 1964. Nueve años después, el rector Roberto Bravo Garzón incorporó el grupo a la Universidad Veracruzana como compañía profesional, unido al grupo Tlen Huicani.
El primer programa creado en la casa de estudios fue "Raíces del pueblo", en que daba un homenaje a la cultura veracruzana. El ex presidente José López Portillo los nombró embajadores culturales de México, lo que les permitió mostrar nuestra cultura en Asia, Europa y Sudamérica.
A “Raíces del pueblo” le siguieron programas exitosos como “Así es México”, “Fiestas de México”, “Alma nacional”, “Retablos de provincia”, “Colores de ayer”, “De la marimba al son”, entre muchos otros.
Ese ha sido su legado y permanecerá en la memoria de todos quienes lo conocimos y admiramos.
Descanse en paz, Miguel Vélez Arceo.
miércoles, 16 de junio de 2010
Iniciativa ‘Léxico’, puro rollo
Avasallados por la intensidad del bombardeo mediático que, hasta hace unos cuantos días, nos tenía en el centro de una cruenta batalla entre capos de la droga y las fuerzas del orden, los mexicanos comunes estamos siendo obligados por las televisoras a ver al México positivo, bueno, productivo, ingenioso, solidario, innovador.
Y estamos siendo obligados a hacerlo no para revalorar a la gente que ha seguido su marcha pese a los obstáculos sino para olvidar la guerra que vamos perdiendo.
A la sospecha de que todo este enjuague espectacular se realiza para tapar los enormes hoyos dejados por Felipe Calderón en la percepción de país que tenemos los mexicanos, y que ha puesto en serio peligro la continuidad del panismo en el gobierno federal, la Iniciativa México se ha convertido en un apantallante lavado de cerebro.
Anunciada con toda pompa el pasado 7 de junio (poco faltó para que pusieran alfombra roja), el proyecto mediático de Televisa –que arrastró a su odiado rival TV Azteca y a decenas de medios impresos y cadenas radiofónicas– se ha acoplado imprudentemente al desempeño de la selección nacional en el mundial de futbol, y ha lanzado al estrellato a su director técnico, Javier Aguirre, quien tendrá que probar que hemos pasado del “sí se puede” al “ya se pudo”.
No crean que el propósito de Televisa, en esto que bien puede llamarse Cocotón, se centra en cambiar la percepción de los mexicanos respecto a la situación del país; también lo hace para consagrarse como el poder tras el trono, en una coyuntura en que el Estado mexicano ha mostrado una insultante debilidad de su músculo político y una ineficacia atroz para encaminar al país por la senda del desarrollo y la paz social.
¿Interesados por los buenos mexicanos?
No podemos negar que, en estos días, la población ha conocido a decenas de científicos mexicanos que están logrando resultados extraordinarios con sus investigaciones, gracias a pequeñas dosis publicitarias ofrecidas por las estaciones de radio y TV en medio de los absurdos programas mundialistas que se han centrado en la personalidad y consagración del ridículo de conductores, comentaristas y comediantes (al grado de que se han mimetizado y no sabemos qué es uno y qué es el otro).
Si consideramos el tiempo que las mismas televisoras destinan a balconear a nuestras ignorantes estrellas del espectáculo, perseguidas incluso hasta cuando se meten al baño, lo difundido sobre nuestros verdaderos hacedores de patria es una ridiculez.
Pero, vamos, que no todo es malo: esto poco que han proyectado es más del mil por ciento de lo que normalmente destinan a estos asuntos.
Para la mayoría de los medios de comunicación, sobre todo para las televisoras, las instituciones de educación superior llaman la atención, son dignas de la mirada mediática, cuando en su interior se han suscitado bochornosas confrontaciones entre estudiantes, hay huelgas o paros, o se ha detectado un error administrativo.
Jamás se han interesado por dar a conocer los avances significativos para la ciencia logrados por los investigadores, pese a la miseria de su equipamiento y a la debilidad de los recursos monetarios con que cuentan.
Por eso fue extraña la presencia y el aval de rectores y directores como José Narro, rector de la UNAM, y Yoloxóchitl Bustamante, directora del Instituto Politécnico Nacional.
¿Cuál es la zanahoria que las inmensas fortunas que se amasan detrás de los negocios mediáticos están poniendo como señuelo para la participación de los mexicanos?
No lo va a creer: seis millones de pesos.
Ni lo que cuesta un minuto de publicidad en un partido de la selección. Vamos, ni el costo de las casi 50 casas que Televisa y uno de sus clientes obsequiarán por el resultado 4 a 0 entre Alemania y Australia, aunque habría que ver qué casas regalarán, porque a estas alturas quién le cree a estos capos de la hipocresía.
En efecto, los proyectos propuestos en los temas de calidad de vida, desarrollo comunitario, medio ambiente, justicia y derechos humanos, y buen gobierno y rendición de cuentas, serán expuestos al veredicto de la democracia televisiva: se enfrentarán en una especie de Big Brother, La Academia o Bailando por un sueño, para ganar el favor de los mexicanos, quienes gastarán enviando mensajes y realizando llamadas telefónicas para otorgar su voto en favor de su favorito.
El primer lugar recibirá dos millones de pesos y los otros cuatro un millón de pesos cada uno.
Así de bondadosos serán… ¡puro rollo!
miércoles, 9 de junio de 2010
De primera, nuestra velocidad de descarga
Ya hemos dicho que la velocidad de descarga en México es de primera… sí, pero porque otros países ya pueden subirla hasta quinta.
Recientemente, la prensa nacional e internacional se refirió a un estudio realizado por la empresa OOkla en todo el mundo, en que es posible comparar los niveles de servicio tan diferenciados entre naciones y continentes e, incluso, entre ciudades del mismo país.
México ocupa el lugar 90 en el ranking mundial. Nuestra conexión promedio es de 2.25 Mbps, lo que nos hace ver rezagados incluso frente a países que uno imaginaría más a la cola en los niveles de desarrollo como Jamaica y Ghana.
Hay que considerar al número uno de la lista, Corea del Sur, cuya velocidad media de conexión es de 34.3 Mbps y de nuestro vecino del norte, Estados Unidos, también rezagado en el puesto 26, pero que cuenta con 10.15 Mbps, para dimensionar el sitio en que estamos.
Decir 2.25 Mbps puede decir mucho o nada si no tomamos en cuenta que el promedio mundial de velocidad de descarga de la ADSL (Línea de Suscriptor Digital Asimétrica, por sus siglas en inglés) es de 7.70 Mbps.
Y ya sabemos cómo se la gastan coreanos, letones (24.41), moldavos (21.63), japoneses (20.43), suecos (19.95), rumanos (18.60), búlgaros (17.63) y holandeses (17.09), que ocupan los ocho primeros lugares en el ranking mundial.
Mal de muchos, consuelo de tontos. Nos queda el recurso, en efecto, de vernos en el espejo de países con circunstancias realmente difíciles en todos los índices de desarrollo, para no sentirnos mal.
Según este mismo estudio, los últimos sitios los ocupan Haití (145), con una conexión promedio de descarga de 0.61 Mbps; El Salvador (146), con 0.56 Mbps; Afganistán (147), con 0.53; Mali (148), con 0.50; Guatemala (149), con 0.47; Zimbabwe (150), con 0.46; Yemen (151), con 0.44, y Zambia (152), con una velocidad de descarga de 0.26 Mbps.
¿Cómo estamos en el ámbito nacional?
Los mejores lugares para descargar desde una conexión a internet fueron Huixquilucan, en el estado de México, con 4.49 Mbps; Zamora, Michoacán, con 3.99; Ajijic, Jalisco, con 3.79; León, Guanajuato, con 3.39 Mbps, y, ¡oh, gratísima sorpresa!, Xalapa, con 3.07 Mbps.
¿Quiere saber cuáles son las poblaciones con peor conexión?
No lo va a creer: Monterrey, Nuevo León (lugar 25), con una velocidad de descarga de 2.21 Mbps; Cuautitlán, Estado de México (26), con 2.20; Ciudad de México (28), con 2.19; Pachuca, Hidalgo (29), con 2.16, e Iguala, Guerrero (30), con 2.16 Mbps.
Pero si nos parece deficiente la velocidad de conexión de estas zonas urbanas, es fácil imaginar los niveles deplorables que pueden obtenerse en las zonas rurales en que no es posible la conexión ADSL y que deben utilizar antenas satelitales para contar con internet, con los consabidos altibajos y súbitos cortes.
De ahí que no sea sorprendente que México esté en la retaguardia de los demás países de la OCDE, con una tasa de 9.5 suscriptores de Internet por cada 100 habitantes, cuando España, Japón, Estados Unidos o Francia tienen tasas superiores a 20 suscriptores por cada 100, según datos proporcionados por el secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Juan Molinar Horcasitas, para quien otras de las razones de este rezago son los altos costos en el uso de Internet y la falta de infraestructura en regiones apartadas del país.
De ahí que la propuesta veracruzana en el marco de la Red Nacional del Conocimiento sea innovadora y pertinente, porque los próximos años el estado vivirá uno de los movimientos más avanzados en cuanto a la utilización de las tecnologías de información y comunicación en los procesos educativos.
Y ya veremos cuántas otras aplicaciones en apoyo a la educación puede experimentar Veracruz y el país si pronto son asignadas la instalación y operación de redes de fibra óptica.
martes, 8 de junio de 2010
Digitalizar Veracruz, propósito de todos
El tema de las tecnologías de información y comunicación como el elemento sine qua non de cualquier estrategia orientada a expandir la onda educativa en Veracruz ya puede detectarse, en diferentes tonos y volúmenes, en los discursos y planes de acción de los tres candidatos a la gubernatura, y eso que todavía hay voces que se empeñan en quitarle fortaleza a esa vía.
Desde una velada mención a la instalación de aulas digitales hasta la instauración plena de la educación a distancia en línea, los candidatos han establecido una ruta de continuidad (aunque algunos crean que serán los precursores) de la cada vez más efectiva utilización de internet en tareas educativas, desde el reforzamiento escolar y la actualización de los docentes en el nivel básico hasta la formación profesional y el posgrado, pasando por la implantación de programas de capacitación a la medida de las necesidades de los sectores público, privado y social.
Veracruz enfrentará muchos obstáculos para lograrlo.
Uno de ellos es la gran dispersión y la enorme cantidad de comunidades rurales a lo largo de cerca de 800 kilómetros que separan sus límites norte y sur.
Debido a su situación geográfica y orográfica, Veracruz es el estado menos conectado del país en materia de telecomunicaciones.
¿Qué se ha hecho para aminorar los efectos negativos de esta atomización exacerbada de la población en los planes por utilizar las tecnologías de información y comunicación?
De entrada, ni pensar en que serán las compañías privadas las que atenderán el problema. No les interesa.
¿Qué ejecutivo en su sano juicio podría planear la instalación de la infraestructura necesaria para conectar a pequeñas comunidades cuyas poblaciones escasas sólo atienden a su supervivencia?
Tal empresa obligadamente debe ser retomada por el sector público y no precisamente por el federal. De ahí que sea interesante que los candidatos lo tengan en mente, si bien no hay certidumbre de que si ganan se avocarán a cumplir con ese proyecto.
El actual gobierno estatal sí que lo ha proyectado y hay una directriz para atenderlo con inteligencia: el proyecto de Red Estatal de Conocimiento (REC), que consiste en crear una red de telecomunicaciones de alta velocidad para conectar bibliotecas, universidades, escuelas, centros de investigación, centros de salud y gobiernos, para compartir y distribuir conocimiento por medio de internet.
El estimado completo de la REC es proporcionar conectividad (voz, datos y video) a todas las escuelas oficiales del estado (21,032 centros de trabajo de educación básica y media superior); facilitar los procesos de comunicación, gestión y administración escolar desde los planteles, con diversas instancias y autoridades educativas; dotar de telefonía e internet para mejorar gestión, facilitar comunicación y apoyar programas de prevención.
Además, establecer esquemas más amplios de capacitación y actualización al personal docente y de formación técnica de docentes, administrativos y apoyos técnico-pedagógicos, y favorecer el desarrollo y distribución de contenidos educativos en diversos medios y formatos, adecuados a los requerimientos propios de cada plantel.
El proyecto REC no contempla el tendido de miles de kilómetros de cable o de fibra óptica, lo que sería impensable con los niveles de financiamiento público tanto del estado como del país. El proyecto contempla la creación de nubes de internet con tecnología WiMax, de última generación, que permitan, mediante dispositivos llamados suscriptores, bajar todos los servicios electrónicos a cualquier parte del estado.
Tiene, en efecto, sus límites espacio-temporales. Los dispositivos se instalarán en las antenas de C-4, operadas por la secretaría estatal de Seguridad Pública; con esa dependencia han establecido una alianza tanto la Secretaría de Educación como la Universidad Veracruzana.
¿Cómo funcionan estos dispositivos? En cada torre se pone una radio-base de WiMax que proyecta una cobertura (nube) de entre 20 y 30 kilómetros a la redonda. Con la operación de radio-bases en las antenas de C-4 que están instaladas es posible brindar servicio de internet a más de 11 mil escuelas, 70 por ciento de las cuales son rurales.
Las restantes 12 mil escuelas serían atendidas en una segunda etapa, cuya puesta en ejecución podría ir a velocidad muy reducida: en efecto, se requeriría no sólo la instalación del dispositivo sino también la construcción de la torre, cuyos costos elevarían inconmensurablemente el techo financiero del proyecto.
Según esta iniciativa, cada escuela contaría con conectividad WiMAX y Wi-Fi, una computadora, un multifuncional y un teléfono IP (Internet Protocol). La capacidad de conectividad permitiría un ancho de banda de 2 Mbps, lo que haría factible conectar hasta 50 computadoras y ocho líneas telefónicas.
miércoles, 2 de junio de 2010
La dieta de la discordia
Para un mercado cautivo de 25 millones de niños, obligados a consumir lo que las cooperativas escolares y negocios concesionados brindan durante cinco días a la semana, las autoridades han marcado una dieta rigurosa:
Sólo palomitas, papas horneadas, pistaches, habas y garbanzos secos, entre otros, y para tomar, agua potable y jugos en pequeñas proporciones.
Según el titular de la SEP, Alonso Lujambio, en el mercado hay productos de 100 gramos que pueden proporcionar hasta 600 calorías a un niño que sólo necesita 200.
¿Se imagina qué estarán pensando los directivos de las refresqueras, los fabricantes de frituras y los procesadores de jugos, leches y yogures?
El anteproyecto de lineamientos generales para el expendio y distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de consumo escolar establece la prohibición a la venta de refrescos, productos que superen el mínimo calórico que requieren productos como yogures, leches enteras y azucaradas, alimentos fritos, tamales, gorditas, tacos dorados, flautas, pizzas, molletes y hotcakes.
Antes del inicio del próximo ciclo escolar, cada una de las escuelas deberá definir una lista exhaustiva de los productos permitidos en los establecimientos comerciales que funcionan dentro de sus instalaciones. Su cumplimiento estará al cargo de los consejos de Participación Social
Aunque se anunció que habrá graves sanciones para quienes vendan comida chatarra, no se especifica a qué tipo de sanciones se refieren.
Estos lineamientos pasarán por un proceso de análisis y aprobación por parte de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER), para luego ser publicados en el Diario Oficial de la Federación.
Su implementación, según los funcionarios federales, será gradual, para dar tiempo a la industria de alimentos de desarrollar innovaciones tecnológicas que les permita cumplir los requerimientos
En Veracruz, el secretario de Educación, Víctor Arredondo, ha convocado ya, a través del Consejo Veracruzano de Ciencia y Tecnología, a estudiantes, egresados, investigadores y pequeños y medianos empresarios, a hacer alianzas para la producción de productos alimenticios que se apeguen a las normas establecidas en el ámbito nacional.
De haber una respuesta de los emprendedores veracruzanos, estas medidas podrían traer un doble efecto positivo: por un lado, en la salud de los niños veracruzanos; por otro, en las posibilidades de generación de empleos.
Y hay que hacerlo pronto porque los empresarios afectados ya han empezado presiones.
Pedro García, vicepresidente de la Comisión de Alimentos de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), ya respingó y dijo que "con actos de autoridad no se cambian los hábitos de consumo de los mexicanos".
Le reprochó a Lujambio que no los hubiera tomado en cuenta, pese a que le habían pedido colaborar. "Sí tenemos que hacer cambios en la industria, pero para eso se necesita tiempo"
Ya veremos cómo se dirime esta batalla.
martes, 1 de junio de 2010
Obesidad infantil: ¿salud por decreto?
En adelante, los niños mexicanos deberán abjurar de la fe dietética que, cual corderos, los ha llevado irremediablemente a una juventud enfermiza cuando no al borde de la muerte.
Por primera vez en muchas décadas, se observa en México una política de Estado para atender un grave problema que, siendo tangible, pudo haberse dejado al libre (aunque ignorante) albedrío de la población: la obesidad infantil.
No se trata de un problema de índole estética o cosmetológica: México ha desbancado (o está en un tris de realizar la malhadada proeza) a nuestro vecino del norte, los Estados Unidos, en esa materia.
Veracruz, por otra parte, sí ocupa el primer lugar nacional, porque a las apetitosas viandas de carne de cerdo, frituras de masa con manteca y pan dulce, en las últimas décadas se ha agregado pródigamente la chatarra industrial y los usos comestibles de Norteamérica.
Hace ya varios meses que las secretarías federales de Salud y Educación Pública trabajaban en la definición de un remedio que rompiera de tajo la cadena causal de éste que se ha convertido en problema de salud pública.
Según José Ángel Córdova, secretario de Salud, uno de cada cuatro niños en educación básica tiene problemas de obesidad y sobrepeso.
Ha llegado el problema a tales extremos que, en 2008, se invirtió hasta una cuarta parte del presupuesto total del sector, es decir unos 68 mil millones de pesos, en la atención de enfermedades derivadas de la obesidad.
De seguir la tendencia actual, se estima que en 2017 ascienda a 167 mil millones de pesos.
Paralelamente, diputados y senadores pergeñaron propuestas orientadas a detener el fenómeno, si bien de orden curativo (ejercicio físico) y no preventivo.
De ambos poderes (ejecutivo y legislativo) han surgido medidas que deberán aplicarse de inmediato en todo el sistema educativo nacional, aunque la de dedicar 30 minutos al ejercicio físico durante la jornada escolar tendrá que ser repensada o aplicada según las características de cada escuela.
Y la medida no ha sido tomada exclusivamente por las dependencias federales. En su elaboración y acuerdo han participado los representantes de todos los estados del país, representados en los consejos nacionales de Autoridades Educativas (Conaedu) y de Salud.
Pero la cruzada apenas comienza y los infieles opondrán una resistencia virulenta para evitar la caída de sus más redituables territorios.
Y es que la fórmula del Estado mexicano está preparada con base en productos de limitadísimas dosis de calorías y grasas.
Por ello se espera que, desde empresas trasnacionales hasta obesomenudistas den una ruda pelea para evitar la caída de su imperio.
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