martes, 31 de mayo de 2011

El paraíso de la impunidad

En las últimas décadas, Veracruz se convirtió en un paraíso de la impunidad. Los ciudadanos e, incluso, los líderes de opinión y los periodistas habíamos dejado en el olvido las herramientas más eficaces de la denuncia.

Nadie se atrevía a hacer públicos los reclamos y los señalamientos, agobiados por el cinismo con que el Estado solapaba a funcionarios corruptos, a líderes amparados en siglas o fueros constitucionales para salvar el pellejo cuando eran señalados penalmente por sus víctimas, a periodistas que se parapetaban tras la amenaza y el chantaje para gozar de las mieles del presupuesto y evitar la acción de la justicia, a ladrones irrefutables que despachaban en oficinas públicas y a delincuentes con patente de corso que circulaban libremente por nuestras ciudades asaltando, secuestrando o asesinando a inocentes.

En un juego de espejos, con cola que les pisaran, los encargados de poner orden y aplicar la justicia preferían mantenerse al margen, solapar a delincuentes reconocidos y negociar políticamente con los rescoldos de una sociedad atemorizada por la total indefensión.

Ello ha moldeado a una sociedad veracruzana que, o ha preferido mantener la boca cerrada ante las injusticias o, en el peor de los casos, ha buscado incrustarse en los beneficios de la simulación y la corrupción generalizada, sea para recibir beneficios mal habidos o para incorporarse al complejo entramado del delito como una de las formas más seguras para sobresalir.

Para nadie es un secreto que en el sexenio precedente todo se hizo con tanta desvergüenza que ni el gobierno federal pudo entrar a ejercitar acción persecutoria alguna para detener una espiral de violencia y delincuencia a todo nivel que nos ha colocado en una situación sumamente vulnerable, no solo en el aspecto financiero sino en el plano de los valores más básicos para la convivencia social.

¿Todo sigue igual?

Puedo decir a mis hipotéticos lectores que soy el primero en saltar, como movido por un resorte, cuando me entero por las redes sociales de balaceras en Veracruz, Xalapa u otra ciudad del solar veracruzano.

Cuando me preguntan si estoy de acuerdo en que el gobierno veracruzano se sume con tanta convicción a la cruzada contra la delincuencia organizada, yo contesto que lo que está ocurriendo en las calles tiene muchos años que sucede.

La diferencia es que hoy no hay un gobernador que sale a la palestra a decirnos que eso no es cierto, que el estado está en paz, que los cuerpos hallados en calles y campos los trajeron de otros estados para crear confusión, que somos mentirosos, que no debemos sentir temor aunque nos estén apuntando con una pistola.

A Javier Duarte de Ochoa se le ha estigmatizado por el peso del pasado. Cualquier persona ha preferido imaginar que las cosas en la política seguirían, con él, el mismo derrotero. Nada tan alejado de la realidad: a cada balacera, a cada persecución protagonizada por militares, policías y delincuentes, el gobernador ha salido a informarnos del fondo y el saldo de tales acciones.

Y no solo eso. Desde el inicio de su gestión, fue inflexible a la hora de meter a la cárcel a exalcaldes que alegremente se llevaron a casa lo que es colectivo.

Cada día, un personaje público –periodista o político poderoso– está siendo llevado a tribunales.

La semana pasada, un pederasta cobijado tras las siglas del PRD, el exdiputado Celestino Rivera Hernández, fue hallado flagrantemente en el acto de violar a un menor de edad y metido a la cárcel; en el anterior sexenio, fue exonerado de un caso evidente y probado de violación contra una indígena de 14 años, con la complicidad oficial y de su partido.

Un personaje priista, Pablo Pavón Vinales, quien fuera poderoso dirigente petrolero, fue detenido por la AVI como presunto culpable de los delitos de fraude y desvío de recursos. Antes, varios periodistas fueron llamados a cuentas por diversos delitos.

El mensaje es claro: la impunidad no será, ya, ingrediente de la política. Más valdría recuperar la capacidad de reclamo y de denuncia, antes que objetar a mansalva, por sistema.

De la desaparición de la policía intermunicipal en Xalapa, Banderilla y Tlalnehuayocan, solo falta que se hagan públicas las causas, y no solo la de que se busca una policía de mando único, porque detrás de los más de 800 policías despedidos hay el mismo número de familias que se quedarán sin el salario de sus principales sostenes.

viernes, 20 de mayo de 2011

¡Ah, que la política!

Más de cinco meses después de que hubiera cambio de mando en Veracruz, con la entrada del gobernador Javier Duarte de Ochoa, se dignó venir a visitar a los veracruzanos el presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Michoacano como es, seguidor del equipo Monarcas propiedad de Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca), uno de sus apuntaladores mediáticos junto con Emilio Azcárraga Jean (Televisa), a Calderón le ha quedado el resabio de su pleito ranchero con Fidel Herrera Beltrán.

Cualquier veracruzano diría: ¿Y a mí por qué me involucra el Presidente en sus fobias político-electorales? Y tendría razón. Demasiado daño ha causado el diferendo prolongado entre el michoacano y el cuenqueño, aunque el primero debe estar enterado de que éste ya se fue, a Dios gracias.

Para muchos afectados por el huracán Karl, uno de los peores episodios de pérdida y desastre por fenómenos naturales vividos en el país, ese pleito sirvió para que el gobierno federal panista pusiera coto a la ayuda que tanto necesitaban (y necesitan) los jarochos.

A ocho meses de esos acontecimientos, todavía hay políticos veracruzanos de sangre azul y blanco que siguen justificando la omisión de ayuda del gobierno federal. ¡Malnacidos!

Si el gobierno local –el que se fue, que ya debía mucho, y el que está, que debe asumir las deudas heredadas– no ha aportado lo que le corresponde por el Fondem, ¿por qué el gobierno federal no ha emprendido unilateralmente acciones que permitieran aliviar la desgracia de nuestros paisanos y, de paso, llevarse los aplausos electorales que, al parecer, es lo único que le interesa?

En los meses anteriores (marzo y abril), muchos veracruzanos seguramente pensaron en lo que yo pensé cuando tuve que cumplir con el Sistema de Administración Tributaria: ¿por qué he de sostener con mis impuestos a un gobierno federal que nos da la espalda? ¿En qué mente perversa del gobierno federal ha quedado como letra muerta justamente el federalismo que lo justifica?

Pues, bien, el miércoles pasado se hizo el aparecido don Felipe por tierras veracruzanas. ¿El tema? Inaugurar dos plantas industriales: la primera, en Boca del Río: un anexo de la empresa Tenaris Tamsa; la segunda: una planta cogeneradora de energía, a través de bagazo, del ingenio Tres Valles.

Vino acompañado de Bruno Ferrari, su secretario de Economía; José Antonio Meade Kuribreña, de Energía, y Francisco Javier Mayorga Castañeda, de Desarrollo Agropecuario.

Salvo con los empresarios y obreros de ambas plantas, el michoacano no tuvo contacto con los mexicanos de acá, y fue prácticamente esquivo en su discurso con un anfitrión que, a diferencia de su antecesor, le brindó públicamente el respaldo de los veracruzanos a su gobierno.

Y es que el gobernador Javier Duarte tiene las facultades para expresar a sus visitantes nuestro respaldo, el colectivo, el de los veracruzanos. Mal haría en hacer un referéndum para saber qué opinamos al respecto. Por mí, parafraseándolo, ¡adelante!

Lo desagradable, sin embargo, fue la descortesía de Felipe Calderón. Es más, incluso en su discurso en Tenaris-Tamsa, solo tomó el tema de la ampliación de la planta industrial de Veracruz (y del país) para justificar su obsesión: la guerra contra el crimen organizado.

En lo personal, votaría porque ya no nos volviera a visitar el Presidente. Mucho ahorraríamos en su seguridad, traslado, atenciones, horas-hombre y horas-mujer… si al fin y al cabo de nada nos sirve su visita.

Ni con sal ni con azúcar

Casi como los españoles, que se están expresando contra sus políticos, a quienes ni les ven el polvo cuando son ungidos y se olvidan de sus promesas de beneficio colectivo, yo también expreso mi hartazgo con los políticos de por acá.

Hace poco vino a Xalapa Dolores Padierna, secretaria general del PRD. Apenas llegó a Xalapa debió pedir los periódicos para ver de qué árbol hacer leña. La esposa del “señor de las ligas”, René Bejarano, no tuvo empacho en criticar lo que aparecía en los matutinos: la presentación un día antes del Programa Adelante, hecha por el gobernador Javier Duarte.

Sin conocer a fondo el documento que le da fundamento, Padierna despotricó contra el programa, lo mismo que han hecho líderes panistas, quienes buscan desafinar el programa argumentando que su contenido aprovecha programas federales.

¿Cuándo adoptarán nuestros políticos posturas de colaboración con programas de sus opositores o, al menos, de vigilancia para que sus propósitos se cumplan?

Comentario de Carl de Borhegyi

Carl de Borhegyi ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Escritura maya e internacionalización de la UV":

The Late Classic Maya Vase (600-900 C.E.)depicted on your web page number K1185, is from the archives of the Justin Kerr, Maya Vase Data Base. This cylindrical vase in roll out form is from the Nakbe Region in Guatemala. The Maya scribe on the left holding a paint stylus in one hand and shell pot in the other, has an elongated head, reminiscent of the Maya Maize God. As a headdress he wears what appears to be an abstract bearded serpent with bifurcated tongue. A closer look however, reveals that the scribe also has a mushroom encoded into his headdress. This encoded mushroom may be an esoteric reference to an elite school of calendar priests who were skilled in prophecy and divination.

Maya centers were ruled by a priestly caste whose duties seem to have been obsessively concerned with astronomical observations and mathematical calculations. Maya calendar priests were typically known throughout Middle America as the "enlightened ones." The Aztecs attributed this divine enlightenment to a single god named Quetzalcoatl, the Plumed Serpent, who was the legendary leader of the Toltec empire. In the 16th century Franciscan friar Bernardino de Sahagun recorded in his Florentine Codex, a multi-volume compilation of priceless Mexica ethnographic information, that the Toltecs were, above all:

"thinkers for they originated the year count, the day count; they established the way in which the night, the day, would work; which sign was good, favorable; and which was evil, the day sign of wild beasts. All their discoveries formed the book for interpreting dreams." Through sacred mushroom rituals priests summoned the deities of creation to manifest themselves in the underworld where life regenerates from death." (Sahagun, 1969)

For more visit mushroomstone.com

Carl de Borhegyi

miércoles, 4 de mayo de 2011

Que haga algo Porres

De piel sensible, como todo aquel que se precie de haber nacido en una buena familia, el secretario de Desarrollo Económico y Portuario de Veracruz, Érick Porres Blesa, envió en marzo pasado una carta “aclaratoria” por mis comentarios sobre su actuación al frente de una secretaría que, está por demás decirlo, siempre ha sido de adorno, pese a que los temas que maneja son nodales para el desarrollo de Veracruz.

En su momento, comenté que el bisoño funcionario, “sin experiencia en la administración pública” (una verdad difícil de desmentir), “pillado a mitad de sus estudios de maestría en Comunicación por la Universidad Ideroamericana”, debía tener algún valor escondido que, desde fuera, era difícil calibrar, como para encargarle una secretaría de estado.

En su carta también mostró sus dificultades para la comunicación, pese a estar (según dicen) a punto de ser considerado maestro en el tema. De entrada, atribuyó a desinformación o mala fe mis comentarios críticos sobre su gris actuación.

Desacatando el refrán donde se señala que elogio en boca propia es vituperio, el joven Porres (y juventud no es sinónimo de impericia, pues por otra parte vemos a uno que nos gobierna con mano firme), Porres Blesa habla de proyectos de trabajo (que ni enumera ni describe) que la secretaría bajo su temblorosa mano desarrolla desde el inicio de la administración, y “donde por instrucciones del gobernador Javier Duarte de Ochoa se ha atendido puntualmente una ardua agenda de trabajo para el engrandecimiento de nuestro Estado”.

Mala fe no hubo. Esa manía de los poderosos por atribuir a mala fe las críticas que merece su trabajo colinda con la intolerancia de regímenes totalitarios. ¿Desinformación? Es posible que la hubiera, pero en todo caso ha sido su responsabilidad o de la de su enlace de prensa. En su momento (e iba ya 90 días en el cargo), Porres Blesa había sido prolijo al hablar ante la prensa sobre expectativas económicas del Carnaval de Veracruz, tema que era propio de la secretaria de Turismo, Leticia Perlasca.

En la carta aclaró que había hablado al respecto para responder a pregunta de un reportero y no a iniciativa propia. Está bien. Sin embargo, poco o nada se ha sabido de él luego de su sentida carta a los editores de mi columna en varios medios de comunicación impresos y en línea, en que me acusa de malandrín y desinformado.

Nada… hasta este martes 3 de mayo cuando, en ocasión de tomar la protesta a los presidentes de las ocho delegaciones de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en el estado, el gobernador Javier Duarte de Ochoa instruyó al secretario de Desarrollo Económico, Erick Porres Blesa, “a ser un enlace eficaz”.

¿Acaso no ha sido eficaz?

Forma es fondo, decía el legendario político tuxpeño, Jesús Reyes Heroles. La petición del gobernador Duarte frente a los dirigentes empresariales (reproducido en el boletín oficial), no tiene desperdicio. Puede repetir Porres que yo actúo de mala fe al interpretar erróneamente una instrucción tan precisa de su jefe.

Lo cierto es que el contenido de la frase se presta, al menos, a varias interpretaciones: ¿Porres no ha sido eficaz en algo tan elemental como servir de puente entre el gobierno estatal y los empresarios? ¿Acaso no ha tenido capacidad para plantear una fructífera interlocución que permita al aparato estatal atender a uno de los más importantes factores de la producción?

En su discurso, el gobernador Duarte también le pidió trabajar al lado de Canacintra en las estrategias de impulso a las pequeñas y medianas empresas como lo marca el Plan Veracruzano de Desarrollo 2011-2016.

A veces, los jefes envían mensajes de rebote. Duarte pudo haber dicho sesdadamente a los industriales lo que hará su gobierno, mediante instrucciones a sus subalternos (Te digo, Juan, para que lo entiendas, Pedro).

Pudo también señalar que con su gobierno habrá una comunicación óptima con la Canacintra, sobre todo ahora que un empresario veracruzano, Miguel Aguilar Morales, fue electo Vicepresidente Nacional Sur de la cámara y, para ello, le dijo públicamente al joven Porres cómo debía actuar.

Pero dichas hipótesis que las esgrima don Érick si se anima a seguir mandando cartitas aclaratorias. Yo me quedo con la versión de que su propio jefe no confía en su eficacia como funcionario orientado a generar sinergias con las empresas, así sean pequeñas, medianas o grandotas.

lunes, 2 de mayo de 2011

PRI, ¿partido en la quiebra?

Mientras el gobernador Javier Duarte acudió a las instalaciones del PRI a reunirse con su otrora adversario por la candidatura al Gobierno de Veracruz, Héctor Yunes Landa, hoy dirigente estatal del PRI, a dar su sustancioso óbolo (más de 40 mil pesos) para que las finanzas partidistas recobren su antiguo esplendor, el secretario general de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, se ha salvado a tiempo de la peluqueada.

En sentido estricto, aunque colabora para un gobierno priista, Buganza Salmerón se ha mantenido a distancia de las organizaciones políticas registradas, luego de renunciar al Partido Acción Nacional cuando Felipe Calderón operó directamente para que el candidato a la gubernatura fuera Miguel Ángel Yunes Linares.

Buganza Salmerón ha sido, desde el principio, una piedra en el zapato para muchos priistas, sobre todo para aquellos que se consideraban con el derecho a obtener su posición en el gabinete duartista.

Su declaración reciente en el sentido de que no piensa afiliarse al PRI y, por tanto, no está obligado a sostenerlo económicamente con sus cuotas, ha encendido la molestia de quienes, mal o bien, tenían equipo y proyecto para manejar la política estatal.

“Soy un ciudadano comprometido, político desde luego, y lo único que busco es acompañar al gobernador Javier Duarte para que sea el mejor gobierno que haya tenido Veracruz en los últimos años”.

Eso dijo el político cordobés que hace más de seis años estuvo a punto de gobernar Veracruz en lugar de Fidel Herrera, a quien solo le salvó la votación que Dante Delgado le arrebató al panista en las zonas consideradas como el corredor azul, desde el Puerto de Veracruz hasta Orizaba.

La cosa es que no lo dejarán en paz y, aunque ha hecho su trabajo y es posible que mantenga la confianza de su paisano Javier Duarte, lo más seguro es que lo den por diana y muchos quieran enderezar sus dardos para vulnerarlo.

El que tiene más saliva, come más pinole

Y uno de los primeros que quiere dar en el blanco (o en su cuenta en el banco) es el dirigente estatal del PRI, Héctor Yunes Landa, quien en su conferencia del lunes arriesgó varias hipótesis para acorralar al secretario de Gobierno para que dé su brazo a torcer y aporte su cuota a un partido al que no pertenece.

Con su peculiar labia, este choleño que arrimó lascas a Duarte cuando Fidel quebraba lanzas para impulsarlo a la candidatura, dijo que si no era militante, era claro que simpatizante sí lo era del PRI, en tanto que votó por ese partido para que quedara el actual gobernador.

En la lógica de quien quiere, sin costo, lograr en 2012 la candidatura priista al Senado de la República, Gerardo Buganza debe considerarse en el estatuto de simpatizante y, por obviedad, debe poner para su cuerno.

Y es que Yunes Landa no ve por dónde le caerán recursos a un partido que está prácticamente quebrado. Los que provienen del financiamiento público se están concentrando en el CEN del PRI con vista a la elección del 2012, y los que provienen del IEV están escasos y se dotan a cuentagotas.

Lo de las cuotas de sus militantes es una medida desesperada por tener recursos al menos para pagar la nómina y financiar las giras por el estado de su dirigente estatal.

Por ello, con el señuelo de regalar declaraciones vistosas, críticas demoledoras contra el PAN, sonrisas y bromas para granjearse la simpatía de los reporteros, Yunes Landa no ha tenido de otra que realizar conferencias de prensa semanales para mantenerse en los medios. Pero anda solo.

En contraposición, el PAN abre múltiples frentes por todos lados. Diputados locales y federales, delegados del gobierno federal, exfuncionarios municipales, dirigentes estatales y municipales, andan desatados abollando a un partido, el PRI, que tiene tan poca capacidad de respuesta.

Tan es así que muchas andanadas panistas ha debido responderlas directamente el gobernador Javier Duarte de Ochoa, mientras que los dirigentes de su partido andan más metidos en definir sus agendas político-electorales con miras a la elección del próximo año.

De esa manera, difícilmente logrará Yunes Landa su ansiada candidatura al Senado.