miércoles, 3 de noviembre de 2010

Educación, ¿continuidad o ruptura?

En menos de un mes, Veracruz estrenará gobierno local y, junto con ello, pese a fuertes intenciones del que se va por mantener su hegemonía sobre el que viene, lo cierto es que habrá cambios en la forma de hacer gobierno y en quienes estarán encargados de hacerlo posible.

Hay, sin embargo, un sector de las políticas públicas que merecerá continuidad por haberse constituido en uno de los pocos, si no el único, que obtuvo relevancia tanto en términos de lo logrado internamente como en el reconocimiento nacional e internacional. Me refiero al sector educativo.

Para nadie es un secreto que, pese a múltiples puntapiés bajo la mesa en buena parte de la gestión que concluye, el titular de la Secretaría de Educación (SEV), Víctor Arredondo, logró campear las innumerables contingencias que le propiciaron en el propio seno de la estructura gubernamental y, además, impulsó un programa innovador que ha permitido elevar los niveles de aprovechamiento escolar, según los indicadores derivados de evaluaciones externas.

Dicho programa, no está por demás señalarlo, está proponiendo alternativas válidas para estructurar un proyecto educativo nacional incluyente, que basa el éxito de la tarea formativa en la calidad y la equidad, gracias al aprovechamiento de todas las innovaciones en materia de tecnología educativa y en la actualización continua del magisterio.


El planteamiento reiterado de Arredondo, recientemente postulado ante líderes empresariales interesados en la mejora de la educación en México en la denominada Cumbre de Líderes en Acción por la Educación (CLASE 2010), se refiere a la necesidad de reformar el artículo 3º Constitucional.

Ya no es suficiente establecer la obligatoriedad de la educación: debe aspirarse a la obligatoriedad de la calidad de la educación para todos los mexicanos y, para ello, es fundamental dotar a las escuelas de las herramientas que ofrecen las tecnologías de la información, como conectividad y recursos de apoyo al aprendizaje.

Ha quedado claro para propios y extraños que Veracruz cuenta con un proyecto sólido que le ha permitido ir más allá de los lineamientos federales, al construir estrategias de innovación que han servido como ejemplo a nivel nacional e incluso internacional.

De entrada, dos años antes que se pusiera en marcha la Alianza por la Calidad de la Educación, en Veracruz ya se había dado el paso decisivo para contratar a los nuevos profesores mediante exámenes que evaluaban quiénes tenían los mejores argumentos, la mejor formación, evitando con ello el trasiego inescrupuloso de plazas que impedía contar con los mejores elementos en las escuelas veracruzanas.

Mucho antes de que la SEP impulsara su proyecto de educación a distancia, Veracruz había creado su propio programa que hoy sostiene el Instituto Consorcio Clavijero, cuya modalidad educativa por internet y su infraestructura de aulas digitales ha permitido, por otra parte, la actualización de miles de maestros en activo.

La política de llevar lo mejor a todas las escuelas, sin la clásica postura federal de comenzar por las zonas urbanas, ha consolidado en Veracruz una estrategia multimodal que considera no sólo mandar a los mejores profesores a las zonas rurales marginadas, sino dotar a sus escuelas con tecnologías de vanguardia, apoyarlas en la alfabetización digital de niños y adultos mediante los autobuses Vasconcelos y promover la actualización de los profesores, entre otros factores.

¿A qué hace falta darle continuidad?

Es evidente que los resultados positivos obtenidos en la prueba ENLACE y en las evaluaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) no se han logrado por arte de magia. Tampoco es posible considerar que con lo hecho estos resultados se seguirán dando. Para ello es necesario mantener el trabajo realizado.


Según los expertos en educación, lo que hace destacar a Veracruz a nivel nacional e internacional es que ha puesto el acento en el aprendizaje, ha liberado a las escuelas de una parte de la carga administrativa, ha identificado las fortalezas y debilidades académicas mediante el buen uso de los exámenes estandarizados existentes, como ENLACE, y la estadística básica sobre reprobación, deserción y eficiencia terminal.

Colateralmente, ha capacitado a supervisores, directivos y docentes para interpretar la información y construir programas de mejora con esa información; ha movilizado los recursos académicos para apoyar a las escuelas y los maestros, y ha creado redes de escuelas y de docentes para compartir retos y soluciones, además de impulsar el uso innovador de las tecnologías de información.

Entre los términos acuñados y propuestas emitidas desde Veracruz que han influido en el ámbito nacional e internacional se encuentran el de ganancia educativa, basada en la focalización del desempeño individualizado, la diversificación de la oferta educativa y capacitación docente con el uso de las tecnologías, la transmisión de clases demostrativas de actualización docente por el Canal Educativo y la atención a las zonas rurales y marginadas con el Programa Vasconcelos.

Y ese trabajo, esa sinergia, debe continuar.

¿Cómo están las quinielas?

En las últimas semanas se ha intensificado el trabajo de analistas políticos que anticipan las diferentes figuras que pueden ocupar los cargos públicos a partir de que en diciembre empiece su gestión el gobernador electo Javier Duarte de Ochoa. La Secretaría de Educación no es la excepción.

Sin lugar a dudas, los actores políticos mencionados tienen una gran capacidad para dar continuidad a un trabajo que ya está en marcha.

Se habla con mucha insistencia del político coatepecano Adolfo Mota Hernández, quien además de diputado local y federal, cumplió bien como subsecretario de Educación en los primeros meses del sexenio que concluye; además, durante su trabajo legislativo en el Congreso de la Unión, siempre estuvo atento a proponer puntos de acuerdo que permitiesen destinar un mayor presupuesto a las tareas educativas de Veracruz. Y es posible que se especialice en educación.

Seguramente su gran capacidad política le permitirá obtener el respaldo y la confianza de los gremios magisteriales que hoy cuestionan su aparente inexperiencia y tomar todas las riendas de la infinidad de programas que el actual secretario ha sembrado en el sistema educativo veracruzano.

Personalmente, pienso que se incorporará a la SEV en una subsecretaría para tomar el impulso decisivo que le permita asumir en un tiempo perentorio la secretaría más importante en términos presupuestales del gobierno local.

Se ha mencionado también, incluso con el apoyo de la actual dirigente nacional del PRI Beatriz Paredes Rangel, a la maestra Leticia Perlasca Núñez, quien ha consolidado un dilatado currículum tanto en el sector cultural como en el educativo. Hay que recordar que fue una reconocida directora del Instituto Veracruzano de Cultura y, en los últimos años, ha dirigido los destinos del subsistema de Colegios de Bachilleres de Veracruz (Cobaev) en que ha impuesto una dinámica extraordinaria. Sin embargo, es posible que su lugar se ubique en la Secretaría de Turismo y Cultura, donde haría un papel extraordinario.

También se ha hablado de otros personajes para la SEV, incluso al actual rector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias Lovillo.

Desde mi punto de vista, y dados los resultados obtenidos por Veracruz en materia educativa en los últimos años, no puede descartarse que la SEV siga siendo dirigida por su actual titular, Víctor Arredondo.

Por lo demás, falta menos de un mes para saberlo, y entonces comentaremos si estuvimos en lo justo o no.

Fotografías:
1. Víctor Arredondo
2. Rodolfo Mota Hernández
3. Leticia Perlasca Núñez

No hay comentarios:

Publicar un comentario