martes, 25 de febrero de 2014

Toca base el azaroso Gustavo Souza

Con una nada envidiable recaudación de recursos que rebasa los dos mil millones de pesos al año, el Fideicomiso Público de Administración del Impuesto sobre Erogaciones por Remuneraciones (popularmente conocido como del 2% a la nómina) estrenó este lunes nuevo Vocal Ejecutivo, Gustavo Sousa Escamilla, quien entró al relevo de Juan Manuel del Castillo González, su segundo y fugaz administrador, con solo seis meses en el cargo.

Mientras Del Castillo González ha regresado a la secretaría particular del gobernador Javier Duarte de Ochoa, a Sousa Escamilla parece hacerle justicia la revolución, luego del desaire que le hizo el exgobernador Fidel Herrera Beltrán, quien lo elevó a titular de la entonces recién creada Secretaría de Turismo y Cultura, para soltarlo poco tiempo después, a raíz de haber estado en el lugar y momento equivocados (Villarín) y haber sido herido de una pierna.

En efecto, tras inaugurar la nueva dependencia fidelista (que quitó a la secretaría de Educación el área de cultura), y estar a la espera de una mejor situación, dado el apoyo que le brindó al entonces Senador de la República, Souza Escamilla se fue a la banca, no sin haber obtenido la titularidad de la Notaría Pública número 1 en el Puerto de Veracruz.

En 2007, le sustituyó en la Secturc el cachorro sureño Iván Hillman Chapoy, exalcalde de Coatzacoalcos que, tras un breve periodo, dejó la encomienda al exalcalde de Tuxpan, Gerónimo Folgueras Gordillo. Pero unos cuantos meses después fue relevado por el inteligente publirrelacionista en el sexenio del presidente José  López Portillo, Ángel Álvaro Peña, compadre del “tícher”, Joaquín López Dóriga. Por cierto que don Ángel abandonó la barca cuando se dio cuenta que su presupuesto lo manejaba a discreción el propio Fidel Herrera.

El abogado Gustavo Souza, sin embargo, ha visto la hiel en el terreno político. Cuantas veces se ha movido para obtener la candidatura priista a la presidencia municipal de Veracruz, ha regresado a su despacho con la derrota al hombro; las más recientes, cuando hace tres años la candidatura la obtuvo Carolina Gudiño Corro, y el año pasado, cuando la jugada se la ganó el empresario Ramón Poo Gil, actual alcalde porteño.

De manera que, luego de tres años y dos vocales ejecutivos, Gustavo Sousa Escamilla ha logrado una posición de confianza en el gabinete al frente del fideicomiso al 2% a la nómina, que le puede permitir un desempeño destacado si logra orientar los cuantiosos recursos hacia obra pública de relevancia, y siempre que esos recursos no queden entrampados en los pasillos de la Secretaría de Finanzas y Planeación.

Antes, durante las reuniones del fideicomiso, presididas por el gobernador del estado, se anunciaban las obras que serían financiadas con este impuesto estatal. Habrá que esperar los detalles al respecto.

Un Ferrari muy oneroso

El primero que logró esa posición en el actual gobierno, luego de picar piedra a nivel de calle en las organizaciones priistas, fue Alfredo Ferrari Saavedra. Y mire usted, nunca se le debió dar esa responsabilidad a un político de Boca del Río cuya mayor pasión es el activismo priista.

Fue tan fuerte el desbarajuste que armó con los recursos del fideicomiso que, finalmente, se le pidió replegarse y el 13 de mayo de 2013 pidió licencia para dedicarse a sus tareas proselitistas en el municipio boqueño como coordinador del PRI, con tan mala fortuna que no logró entregar buenas cuentas en la elección municipal, donde ganó el PAN con Miguel Ángel Yunes Márquez.

Ahora la suerte le ha dado la oportunidad de ponerse en un alto cargo partidista, la Secretaría General del CDE del PRI, al lado de la exalcaldesa xalapeña Elízabeth Morales, donde seguirá como picapiedra porque en cargos públicos ha mostrado mucha elasticidad en el manejo de los recursos.

Dos meses después de ser mandado de patitas a la calle, lo sustituyó el entonces y ahora secretario particular del Gobernador, Juan Manuel del Castillo González, quien parece que es lo mejor que sabe hacer, dada su trayectoria.

¿Contraloría en Comunicación Social?

Todo parece indicar que la Contraloría General del Estado revisará las cuentas de la gestión de Gina Domínguez Colío al frente de la Coordinación General de Comunicación Social del Gobierno del Estado, debido a información que –oculta durante su gestión– ha aparecido en la forma de sospechosos movimientos de recursos que no llegaron a donde debían aterrizar.

La situación de la ahora Secretaria Técnica del gobernador no parece sencilla. Ciertos movimientos financieros que debían orientarse al pago de servicios informativos de algunos medios de comunicación sorpresivamente desaparecieron entre la Sefiplan y las áreas administrativas de las empresas periodísticas contratadas.

Este hecho, que solo es manejado tras bambalinas, pero que debe esclarecerse para que el nuevo titular no cargue con culpas ajenas, se suma a diversas acciones que, desgraciadamente, afectaron más la imagen de quien ella debía resguardar como vocera gubernamental. Ojalá que todo ello se aclare.

Febrero me gustó para entambarlos

Cero y van dos golpes judiciales que le han redituado al presidente Enrique Peña Nieto y a su gobierno una mejora sustancial en su imagen, y no solo en el ámbito nacional sino en el internacional inclusive. Y ambos se han asestado en el mes de febrero, con diferencia de un año.

En efecto, el 26 de febrero de 2013 (este miércoles cumple un año), la poderosa dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, fue detenida en el aeropuerto de Toluca, cuando llegaba en su aeronave Cessna Citation proveniente de San Diego, California.

Este sábado 22 de febrero, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto dio un golpe magnífico que le redituó una resonancia internacional extraordinaria: en Mazatlán, el Ejército y la Marina, con apoyo de las autoridades norteamericanas, recapturó al jefe de jefes, el líder del Cartel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, quien llevaba 13 años prófugo tras su evasión de la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande (rebautizado como Puerta Grande), durante el gobierno de Vicente Fox.

¿Qué pasará con las detenciones más allá del impacto mediático mundial? Muy poco. En el SNTE sigue vigente la estructura corrupta creada por la maestra Elba Esther Gordillo Morales, con Juan Díaz de la Torre (uno de sus cómplices) al frente de una organización sindical que obtiene cuotas de más de un millón 200 mil afiliados, y poco se ha hecho para derrumbar el imperio de corrupción que sigue en funcionamiento.

El Cartel de Sinaloa y sus operaciones de narcotráfico seguirán prácticamente inmutables, pues obedece a una estructura de múltiples mandos que seguramente ya tomaron provisiones para enfrentar la ausencia de quien era su máximo líder.

Qué bien y qué mal.

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