miércoles, 15 de febrero de 2012

Elecciones, la batalla en las pantallas



Sin regulación específica en el Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales (Cofipe), las comunicaciones en las redes sociales han cobrado una creciente fuerza en las estratagemas de comunicación de los candidatos presidenciales en México. 

La elección ganada por el candidato demócrata norteamericano Barack Obama hace casi cuatro años, influenciada por un manejo extraordinario de la Internet 2.0, que permite procesos de comunicación e interacción en ambientes totalmente libres, se constituyó en el parte aguas del uso de estas nuevas herramientas de comunicación en procesos electorales.

Aunque por el momento, el nivel de participación se mantiene en el primer escalón, el de información (los siguientes son comunicación, consulta, deliberación y participación en decisiones y elecciones), es claro que los tres precandidatos visibles (falta el del Panal) han fortalecido su presencia en las redes sociales, según un estudio realizado por el Observatorio Electoral 2.012, de la UNAM.

Todavía no se nota una interacción directa entre presidenciables y seguidores, simpatizantes u opositores, como sí ocurrió en el caso norteamericano, pero los equipos de Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota están incrementando la venta de imagen de sus candidatos en redes sociales como Facebook, Twitter y Youtube, entre otros.

Enrique Peña Nieto, el rey del
Facebook; AMLO, de Youtube

Aunque se nota una desproporción entre el número de seguidores y el número de mensajes emitidos por los precandidatos presidenciales, la prensa nacional ya pone como un aspecto a informar en esta contienda quién está mejor posicionado en las redes sociales.

Según el estudio de la UNAM, con último corte el 14 de febrero, el rey del Facebook es el priista Enrique Peña Nieto, quien acumula el 56.32 por ciento del número de suscriptores que suman los tres. Le siguen Josefina Vázquez Mota, con el 39.04% y, al fondo, López Obrador, con el 4.64%. Sin embargo, al contabilizar las menciones, quien se lleva las palmas es Josefina (60.02%) frente a Peña Nieto (34.98%). 

En el caso del Twitter ocurre algo parecido: la ventaja en cuanto a suscriptores se la lleva el priista con el 41.02 por ciento, frente al 31.32% de la panista y el 27.67% del candidato de izquierda. Sin embargo, Peña Nieto es flojo para usar esta red social, con apenas el 7.98% del total de mensajes emitidos por los tres, mientras que Josefina se la pasa escribiendo en su smartphone (emite el 48.75%), y Andrés Manuel no se queda atrás (43.28%).

En Youtube, AMLO es el rey absoluto: tiene al 70.87% del total de suscriptores y en cuanto a reproducción de videos ostenta el 47.97%; le siguen: EPN, con el 21.41% de suscriptores y el 37.28 de reproducciones, y JVM, con el 7.72% y 14.76%, respectivamente. Aquí hay que considerar la estrategia seguida por los partidos de izquierda que han sido marginados por las dos cadenas televisivas del país (Televisa y TV Azteca), por lo que han debido buscar canales abiertos para manejar su discurso.

El estudio hecho desde el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM maneja, por supuesto, datos generales. Un análisis más minucioso arrojaría el sesgo de las menciones en Facebook y Twitter, así como del contenido de los videos socializados. No todos son favorables. Podríamos incluso intuir que buena parte está orientada a deteriorar la imagen del candidato de que se trate. 

Habría que recordar el linchamiento contra Peña Nieto principalmente en Twitter por sus resbalones en torno a los libros que había leído, el salario mínimo en México y el precio de la tortilla (“no soy la señora de la casa”). Igual que la difusión de la confusión de Ernesto Cordero sobre el nombre del Presidente (“Vicente Calderón”) y la supuesta intervención de una Josefina ebria en una entrevista radiofónica.

Ya veremos qué resultados tienen estas redes sociales. Hay que recordar que Twitter impacta más a un cierto sector económico de la población, el que cuenta con un celular conectado a Internet, mientras que Facebook y Youtube tiene fuerte influencia entre quienes simplemente tienen una computadora conectada a la red.