Si nos
atenemos a la lista que los medios han manejado como posibles sustitutos del
rector Raúl Arias Lovillo, bien podemos concluir que quien en agosto deja la
rectoría de la Universidad
Veracruzana no supo rodearse de cuadros administrativos
fogueados más allá de los asuntos meramente locales, hogareños en algunos
casos, lo que explica la visión endogámica con que se ha administrado a la casa
de estudios en casi ocho años.
No podemos
decir que sean cuadros sin mérito en sus áreas. Resalta el doctor Porfirio
Carrillo Castilla, secretario Académico, quien supo impulsar, en el área de
investigaciones, la promoción de la ciencia. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores
desde 1996 y ha sido parte de organismos como la Sociedad Internacional
de Neurociencias, la Academia
de Ciencias de Nueva York y la Academia Mexicana de Ciencias.
Empero, no
ha logrado imprimir una dinámica innovadora que hubiera permitido superar los
escollos que ha cruzado el modelo educativo integral y flexible (MEIF), llamado
a ser la aportación más significativa a escala nacional de la UV y en grave riesgo por la
falta de decisiones más audaces y la casi nula gestión de recursos
extraordinarios para apuntalar la infraestructura que requiere para su
operación. Es posible que no se le haya permitido.
Se
menciona a Leticia Rodríguez Audirac, secretaria de Rectoría, y es cierto que,
tras ser auxiliar del actual rector cuando éste era director del área
Económico-Administrativa y, luego, secretario Académico, el propio Arias
Lovillo la elevó y la hizo caer, al menos en el escalafón de confianza; en
efecto, la nombró directora general de Desarrollo Académico, una dependencia
que tenía a su cargo la buena operación del MEIF y, por alguna razón, la
destituyó ofreciéndole el cargo que todavía tiene. La percepción general ha
sido que no dio el ancho en una dependencia crucial para la buena marcha del
MEIF, que antes comandaba la querida maestra Jenny Beltrán Casanova, por desgracia
ya fallecida.
Otro
personaje que se menciona y se considera parte del equipo que pronto habrá de
abandonar las oficinas de Lomas de Rectoría es el actual director de la Facultad de Derecho,
Manlio Fabio Casarín, quien como varios académicos de la UV ha sobresalido por
elocuentes discursos y proyectos académicos que solo repercuten en el ámbito de
la dependencia académica de origen.
Por
cierto, tanto él como Papo Levet, diputado, sempiterno líder del Fesapauv y
¡aspirante a rector!, organizaron en los últimos días eventos académicos de
corte internacional como para avisar que son docentes de altos vuelos, aunque
ya sabemos que Papo pocas veces dio clases allá en la Facultad de Ingeniería de
Boca del Río.
Falta muy
poco para que la Junta
de Gobierno inicie el proceso de selección para el nombramiento del rector que
tomará posesión el 2 de septiembre. De hecho, todo empezará el 1 de julio,
justo cuando hay periodo vacacional, de manera que se abrirán mecanismos para
que los grupos puedan manifestarse y, con ello, disfrutar el descanso
intersemestral sin la preocupación de no haber sido factor en el futuro de su
casa de estudios.
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