lunes, 20 de enero de 2014

Elizabeth, la sexta pasajera

La incorporación de Elizabeth Morales García al primer círculo político veracruzano, con su próxima elección (ya anunciada) como dirigente estatal del PRI, ha sobrecalentado la caldera política y, de súbito, se ha puesto en línea de ataque para suceder al gobernador Javier Duarte de Ochoa en 2016.

Pero además en una posición de gran privilegio.

En efecto, ante las dificultades evidentes de prospectos como el titular de la Sedesol estatal, Alberto Silva Ramos; el secretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández, y el secretario particular del gobernador, Jorge Carvallo Delfín, para levantar su imagen y ganarle la partida a los senadores Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla, pareciera que se ha prendido otra veladora en la persona de la exalcaldesa de Xalapa.

Y tendrá el mejor escaparate y la sartén por el mango como presidenta del comité estatal priista, para recorrer a placer el territorio veracruzano, dialogar con los grupos de poder, los sectores y organizaciones partidistas, renovar la estructura territorial y establecer alianzas abiertas o soterradas.

Todo ello, mientras los otros contendientes se entretienen en sus labores gubernamentales, unos, y legislativas, los otros.

Llama la atención su designación (aunque todo aparentará una elección hecha y derecha), cuando se sabe de su histórica alianza con el senador Héctor Yunes Landa, si bien en estas lides no existen fidelidades eternas y menos cuando se trata de aspirar a lo mismo.

Es cierto que la comunicadora ha tenido su principal bastión en la capital del estado, de donde surgió como diputada federal y recientemente como presidenta municipal. Pero las oportunidades se pintan solas.

Elizabeth Morales García estará al frente del PRI en una etapa relativamente tranquila en materia electoral. Salvo la elección de diputados federales en 2015, para la que muchos le señalan un camino que ya recorrió, pues fue diputada federal de la LX Legislatura del Congreso de la Unión (2006-2009), la exedil xalapeña podrá trabajar en su favor durante más de un año.

Mujer de armas tomar

Y eso tiene inquietos no solo a los aspirantes locales a la gubernatura en 2016. También a la clase política priista en general, la mayoría de cuyos integrantes ya hace equipo, sea con los locales o con los actuales senadores de la República.

Con una carrera política meteórica, esta mujer no es de las que tienen las manos atadas.

Fue impuesta por el exgobernador Fidel Herrera Beltrán en 2010 como candidata priista a la alcaldía xalapeña, cuando todos los indicios daban por hecho que sería Américo Zúñiga Martínez.

Elizabeth no se venció, se mantuvo mediáticamente como aspirante e invocó a padrinos y madrinas, como la reciente candidata al gobierno del Distrito Federal y exgobernadora de Tlaxcala, Beatriz Paredes, aunque ya prácticamente estaba a punto de ser registrado el hijo del profesor y licenciado Guillermo Héctor Zúñiga Martínez. Como quien dice, le dio para atrás cuando el ahora alcalde xalapeño estaba por registrarse, para mandarlo como candidato a diputado local.

Aunque tiene un mal antecedente como alcaldesa xalapeña, donde convirtió a la capital veracruzana en un verdadero caos urbano, lo cierto es que su paso por el palacio municipal fue muy bien aprovechado por esta sagaz política, porque destinó casi todo el presupuesto del ayuntamiento a fortalecer sus minas de votos en las colonias populares de la ciudad.

Cuando le criticaban por tener a la ciudad en graves aprietos por falta de obras y pésimos servicios públicos, ella respondía que decenas de kilómetros de calles se estaban construyendo donde no se veían, es decir, en colonias remotas.

Resistió los embates de la prensa y de sus enemigos políticos sin dejar de lado su proverbial alegría por la vida, y tan pronto ha salido del puesto edilicio se ha encontrado con una oportunidad que no dejará escapar por nada del mundo.

Y es que esa oportunidad le viene, además, por el apoyo no solo de Beatriz Paredes, ahora embajadora de México en Brasil, sino también del magnate de los medios y del deporte organizado, Mario Vázquez Raña.

Dos pájaros de cuenta

Y es que la caballada local ha estado perdiendo peso por falta de pastura. El principal postulante, Salvador Manzur Díaz, ha quedado en la orilla, golpeado inmisericordemente por el fuete panista y el desdén del gobierno federal, al que puso en riesgo de ver morir a su principal vástago, el Pacto por México, con el videoescándalo promovido por Miguel Ángel Yunes Linares.

Y ha sido el propio  Manzur Díaz el primero en apoyar la postulación de Elizabeth, de quien dijo que cuenta con todas las cartas credenciales. Lo mismo dijo otro boqueño, Raúl Zarrabal Ferat, vicecoordinador de la bancada priista en el Congreso local. Si los priistas tuvieran que valorar estos dichos por quienes provienen, en graves dificultades estaría Elizabeth, habida cuenta de que ambos boqueños tienen largas colas que les pisen.

Por su parte, el más aventajado en términos de capacidad de movimiento, es el titular de Sedesol, Alberto Silva Ramos, quien por desgracia tiene tras de sí una administración desastrosa en el ayuntamiento de Tuxpan, al que dejó endeudado hasta las cachas. Otro punto negativo son sus publicitados nexos cercanos con Francisco ‘Pancho’ Colorado Cessa, sentenciado en Estados Unidos a 20 años de prisión por lavado de dinero.

Ya hablaremos de Erick Lagos y Jorge Carvallo.

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