martes, 16 de marzo de 2010

Un fantasma recorre Veracruz

Parafraseando a Carlos Marx y Federico Engels, con las recientes declaraciones electorales del precandidato panista Miguel Ángel Yunes Linares en torno a la educación, se antoja advertir: “un fantasma recorre Veracruz”.

Y ese fantasma tiene nombre y apellidos: Elba Esther Gordillo Morales.

No de otra manera puede calibrarse la promesa hecha por el ex secretario general de Gobierno del priista Patricio Chirinos ante maestros de la sección 56 del SNTE, en el acto en que fue ungido como candidato del Partido Nueva Alianza (Panal), creado por la profesora chiapaneca, que irá en coalición con el PAN: poner a un maestro al frente de la Secretaría de Educación (SEV).

Y es que la dirigente moral del mayor sindicato de América Latina no da paso sin guarache. Quiere venir a Veracruz por todas las canicas, y por ello está apostando todo por el triunfo del neopanista.

Tiene controlada la SEP, pero quiere extender sus dominios a una de las entidades del país (la tercera, para ser más exactos) con mayor número de profesores, estudiantes, escuelas y presupuesto para educación.

Aunque al acto no vinieron ni Elba Esther ni el dirigente nacional del Panal, el ex boxeador e improvisado actor Jorge Kawaghi Macari, en cambio recibió la bendición gordillista por la vía del secretario general del SNTE, Rafael Ochoa Guzmán, ante quien se comprometió a poner en la SEV –en caso de su hipotético triunfo– al mejor maestro o maestra.

O lo que es lo mismo, a un dirigente magisterial de polendas, afiliado a la corriente de su amiga y aliada Elba Esther, pese a que, siempre según su dicho, “no se vale que teniendo Veracruz 150 mil maestros, la educación esté en manos de grillos”.

Tan fuerte es el tema educativo en Veracruz, que su inaugural decálogo de promesas ha sido en torno a la educación.

El primer punto de sus compromisos ha sido que mejorará las condiciones laborales y la calidad de vida de los profesores.

Alguien debió comentarle, para evitar el desaguisado, que tanto salarios como prestaciones laborales son establecidos por el gobierno federal, a través de Hacienda y Educación Pública, con nulas posibilidades de que el gobierno local influya en el tema, a no ser que endeude las finanzas públicas estatales.

Pese a que las huestes del dirigente de la sección 56 del SNTE, Enrique Callejas Briones, en un claro arrebato de bucólica nostalgia le gritaron que querían sillas para los alumnos y gises para poder dar sus clases, no computadoras, Yunes Linares expresó que dotaría a todas las escuelas de las nuevas tecnologías de la información y conectividad para que los profesores trabajen en mejores condiciones.

Otras cosas ofreció, al fin que es hora de prometer, pero lo que quedó en el ambiente fue la preclara figura de la poderosa madrina: Elba Esther Gordillo.

Y, nuevamente, la educación naufraga en las procelosas aguas de la política electoral.

2 comentarios:

  1. El horror, Alvaro, el horror.
    El analfabetismo funcional seguirá recorriendo Veracruz y México mientras no se acote a un sindicato extralimitado en sus funciones y se conduzcan los gobiernos, y peor aún, los programas educativos, a merced de politicastros y no de especialistas de la educación. Recuérdese el reciente cese de el subsecretario federal Miguel Székely, por no convenir al proyecto político del maestro Alonso Lujambio.

    ¡Enhorabuena por la apertura de este blog! Un abrazo.

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  2. ¡Cuánto daño nos ha hecho Elba Esther Gordillo! Ya con esto lo dije todo.

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