martes, 4 de mayo de 2010

Investigación científica, la evaluación necesaria / I


Ya sabemos que en México se destinan menos de 200 pesos anuales por habitante a la investigación científica y la innovación tecnológica, lo que significa que destinamos menos de medio punto porcentual del PIB a ese rubro mientras que nuestro mayor competidor, Brasil, destina el 1.5 por ciento.

La inmensa mayoría de los trabajos de investigación se realiza en las universidades públicas, entre las que destaca –por su volumen, trascendencia, resultados y diversidad temática– la Universidad Nacional Autónoma de México, en cuyos laboratorios y cubículos se desarrolla arriba del 50 por ciento de la labor científica del país.

¿Qué enfoque se pone de relieve en la investigación en el ámbito nacional? ¿Cuánto del trabajo de nuestros científicos se orienta a la investigación básica y cuánto a lograr aplicaciones concretas para la mejora de procesos, productos y servicios? ¿Qué proporción de esa investigación se refiere al análisis de los procesos sociales y económicos, y qué otra a descubrir y conceptualizar el complejo entramado de la creación artística y cultural? Es algo que queda por conocer.

Estamos en tiempos asediados por la competencia. En las universidades del mundo se busca no sólo buenos resultados en la investigación de frontera, también lo que de prestigio ello puede generarles, porque en ese punto, en una sociedad basada en los estándares capitalistas, la consecuencia es la atracción de financiamientos y apoyos de diversa índole, como puede ser la colaboración de grupos científicos.

En los últimos lustros, se ha puesto especial interés en la elaboración de rankings nacionales y mundiales para conocer el orden en que se ubican las universidades, y estos van desde cuales tienen mejores servicios de cafetería, biblioteca y administrativos, hasta cuáles preparan de mejor manera a sus estudiantes.

También se elaboran listas con base en otros indicadores, como la proporción de estudiantes inscritos en planes de estudio acreditados por instancias evaluadoras externas; de estudiantes y académicos por equipo de cómputo.

Sin embargo, al menos en México, no conozco un estudio serio sobre la ubicación de las instituciones de educación superior en materia de investigación científica y tecnológica.

Es claro que la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional estarían colocados en el ranking por encima las demás universidades en la mayoría de los rubros, por el histórico flujo de recursos hacia sus programas científicos, pero valdría la pena ver cómo están avanzando las demás en ese campo. (Continuará)

1 comentario:

  1. Proponer para toda la comunidad Hispana un super centro de investigación que destaque por su excelencia en I+D+i.

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