lunes, 12 de agosto de 2013

¿A quién quieren engañar en la UV?



 Es una verdadera lástima que el proceso de selección de rector de la Universidad Veracruzana esté marcado con una ominosa sombra de duda sobre la honestidad y la transparencia con que las autoridades universitarias se han comportado, en aras de imponer a un predilecto del grupo.

Me extraña del doctor Porfirio Carrillo Castilla, a quien conocí hace varios años, y cuya honestidad no dejaba lugar a suspicacias, cuando como científico estaba muy interesado en impulsar la difusión de la ciencia y la tecnología, no solo a través de los medios de comunicación universitaria, sino de aquellos que llegaban al gran púbico, con lo que se buscaba coadyuvar a la distribución social del conocimiento. 

Pero el cenáculo enrarece. 

El grupo de poder del que es cofrade, ya se ha visto, se empecina en colocarlo a como dé lugar, así se apliquen en su favor las estrategias del más torpe proselitismo, sin argumentos para convencer sino haciendo gala de procedimientos de coerción o de desvergonzada compra de conciencias, mediante el inefable recurso de otorgar prebendas académicas.

Que en el impulso de ese mecanismo haya sido identificado hace varios meses al diputado Enrique Levet Gorozpe, líder a su vez del sindicato del personal académico, no es cosa que sorprenda ni al más despistado analista. Con 16 años en las mieles del poder sindical, Papo Levet no ha sufrido siquiera una cuarta parte del repudio que, por eternizarse del mismo modo, recibió Eloína Vargas, quien falleciera con las bridas del SETSUV fuertemente jaladas por su mano poderosa.

En el proceso de auscultación que la Junta de Gobierno concluye esta semana, no ha faltado la cargada. Es deseable que los miembros de la Junta identifiquen maniobra tan burda y la neutralicen. 

Lo realmente lastimoso para la universidad y los universitarios (que nadie deja de serlo incluso después de partir de sus aulas) es que las actuales autoridades universitarias se prodiguen con un cinismo de antología y que en sus declaraciones no solo confirmen la especie sino traten como inocencias párvulas a las mentes brillantes que forman o son formadas en la casa de estudios.

Está por definirse la terna para rector

El viernes de esta semana, la comunidad universitaria y la opinión pública sabrán quiénes componen la terna que hará más adecuada la designación de rector. Y digo terna, si bien pueden ser dos  o cuatro. Lo cierto es que se estila que sea una terna.

¿Quiénes, de entre los 10 académicos que se registraron, tienen realmente posibilidades para ser rector? En principio, todos tienen derecho y posibilidades, pese a que se orquesta una ruidosa campaña en contra de Víctor Arredondo por el supuesto de que legalmente no tendría derecho, habida cuenta de que ya fue rector y fue reelecto, argumento jurídico que ya ha sido desechado pues, de otra manera, ni siquiera habría sido aceptado como candidato. 

Pero como se dice en toda competencia, habrá que elegir primero a tres y, al final, a uno.

Según mi humilde pronóstico, la terna estaría conformada, además de Arredondo y Carrillo, por una de las tres mujeres inscritas. Aunque muchos opinarían que esta sería la maestra Leticia Rodríguez Audirac, en lo personal considero que, por más méritos académicos, la elegida podría ser la doctora Sara Ladrón de Guevara, quien ya fue Secretaria Académica y goza de enorme prestigio en la antropología nacional.

Ya hablaremos después quién tendría más méritos entre aquellos por los que se decante la Junta de Gobierno.

1 comentario:

  1. muy interesante esta entrada, lástima que no estemos allí para comprobar lo que dices, pero seguiré informado por tí! un saludo, nos leemos! ;)

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