miércoles, 12 de junio de 2013

Las ocurrencias de Papo Levet




De pena ajena, las recientes declaraciones del diputado local Enrique Levet Gorozpe, el popular Papo, quien llegó a la Legislatura local como plurinominal (¿quién le hubiera dado un voto?) y dirige desde hace casi dos décadas el sindicato del personal académico de la Universidad Veracruzana (Fesapauv).
                Con micrófono enfrente, Papo no se tienta el corazón para decir lo primero que se le ocurre, aunque sean tarugadas.
                El martes 11 de junio, sin ir muy lejos, aprovechando que la UV está en el proceso de ingreso de estudiantes, se aventó la puntada de criticar, a toro pasado, al exrector Víctor Arredondo, de quien recibió el apoyo para hacerse de la dirigencia sindical que no ha dejado de disfrutar desde entonces.
                ¿El fondo de la crítica? Sin considerar que se ha aventado la puntada de ser candidato a la rectoría y que su comentario busca congraciarse con un gran sector social y universitario que siente la frustración por el enorme porcentaje de aspirantes que no pueden ingresar a sus aulas, Papo se fue contra la supuesta reducción de la matrícula en el anterior rectorado.
                Se refirió, en particular, a las carreras del área de ciencias de la salud, donde efectivamente se contuvo el crecimiento de los espacios para evitar la formación de nuevos profesionales de la medicina que, al momento de solicitar al sector Salud un lugar para realizar sus residencias médicas, fueran rechazados; también, porque son las dependencias públicas de salud las que establecen cuotas por universidad para evitar que muchos sean ignorados a la hora de buscar trabajo en esas áreas públicas.
                Por supuesto que esto no lo sabe Papo. Como pudiera estar en campaña, cualquier cosa puede ser aprovechada para atraer la mirada pública. El problema es que su desparpajo e ignorancia le van a cobrar la factura.
                Formar a un médico, una enfermera, un odontólogo, créanme, no es lo mismo que formar a un abogado o a un periodista (o a un ingeniero que nunca se dedique a su profesión). Su formación requiere no solo maestros, aulas y libros. Necesita, además de aulas y buenos maestros, de equipo médico, instrumental, laboratorios, acceso a áreas experimentales en que adquiera poco a poco habilidades quirúrgicas, de observación.
                Como no es rector (ni lo ha sido y tampoco lo será), puede decir que en lugar de los 100 admitidos en la Unidad de Ciencias de la Salud de la UV en Xalapa, ingresen también los mil que no tuvieron cupo; gracias a ello, el sindicato resentiría un incremento descomunal de afiliados dispuestos obligatoriamente a pagar sus cuotas sindicales. 
                Y así, pues, qué maravilla.

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